Kiko Rivera no puede más. Después de varios días en los que ha sido el centro de todas sus miradas, el hijo de Isabel Pantoja se ha hartado de todas las informaciones que se han vertido sobre él y ha decidido dar la cara en Sálvame este martes 27 de octubre. Lejos de esconderse, Kiko se ha mostrado muy contundente en una llamada al programa en la que ha hablado sobre la información de Antonio Rossi, quien ha asegurado que el Dj y su madre discutieron cuando este se lamentó de no poder disponer de la herencia de su padre.
Unas informaciones ante las que Kiko Rivera se ha mostrado tajante. “Yo no le he pedido la herencia de mi padre a mi madre”, ha asegurado muy contundente el Dj. El hijo de Isabel Pantoja sí que le dio la posibilidad a la cantante de vender Cantora si ella lo necesitaba. “Lo que le dije fue que, para solucionar sus problemas y los míos, que son más pequeños, que si hacía falta vender Cantora, por mi parte no habría problema y que podría coger para ella lo que a mí me tocaba. A mí, con que me diera para pagar y resolver mi problema, yo no querría nada más”, ha continuado explicando.
Kiko, además, ha querido dejar claro que si él quisiera la herencia de su padre, estaría en su derecho, pero que esto no se ha planteado en ningún momento. “Mi madre me ha ayudado, pero ha sido en un momento determinado, no lleva 37 años manteniéndome”, ha asegurado, para continuar: “Y si yo quisiera pedir mi parte de la herencia de mi padre, yo estaría en mi derecho, pero no es así”.
Eso sí, Kiko no ha dudado en defender que si hiciera falta vender Cantora, lo haría sin problemas. “Hay que vivir el presente y si por malas gestiones, que yo ya no me meto, porque cada uno ha hecho sus decisiones, pero si tienes la posibilidad y la gran suerte de poder con la renta de una finca ayudar a que la familia esté bien, pues se debe hacer, porque de recuerdos no se puede vivir”, ha sentenciado.