“Algo me he quitado”. Así presumía Kiko Rivera de la pérdida de peso que ha experimentado desde que decidiera pasar por quirófano para acabar, de una vez por todas, con sus problemas de salud. Hasta Jorge Javier se quedó anoche alucinando al ver el nuevo tipín del DJ. Y eso que Kiko llevaba ropa para abrigar a medio plató -¡con los calores que tenemos!-. El hijo de Isabel Pantoja abandonó su estancia en el hotel VIP y regresó a plató para hablar de todo, de todos y, de paso, enseñar las cicatrices de su operación...
Este segundo paso de Kiko Rivera por GH ha sido muy diferente al anterior. El DJ ha estado mucho más integrado, simpático y disfrutón. Nada que ver con el Kiko que recordamos de GH VIP, todo el día durmiendo y comiendo. Claro que el hijo de Isabel Pantoja ha llegado al concurso en otro estado anímico. Va a ser padre de nuevo, su relación con Irene está estable -pese a los últimos rumores que han salido mientras estaban en el concurso- y tiene una nueva figura.
El DJ llegó a plató entre aplausos y Jorge Javier le pidió, rápidamente, que le enseñase todo lo que había perdido. Vamos, Kiko está tan contento que no dudó en levantarse la camiseta para lucir tipo. ¡No parece el mismo! “Hasta te has quitado los pelos”, le dijo Jorge Javier. “Los pelos me los he comido en la casa”. ¡ARGH! Menos mal que cambiaron de tema. Kiko le enseñó a Jorge Javier la pequeña incisión que tiene en el estómago, el único recuerdo que le queda de su operación.
Lejos de lo que podía imaginarse, la relación entre Kiko y Jorge Javier fue más normal que nunca. El presentador dejó caer la pregunta y Kiko respondió que entre ellos no pasaba nada. “En mi familia está todo bien”, aseguró. Hay que reconocerle que esta vez sí ha obrado a favor de obra. Si es que Kiko, cuando está relajado y tranquilo, es otro. Uno muchísimo más cercano. ¡Nos alegramos!