Kiko Rivera hacía un parón en sus compromisos profesionales para disfrutar de unas más que merecidas vacaciones en familia. Por segundo año consecutivo, el matrimonio ha elegido Punta Cana (República Dominicana), un paraíso en el que han tenido la oportunidad de desconectar y disfrutar del sol y la playa junto a sus tres hijos. El cambio de rutina pasaba factura a la pareja: Primero era el Dj quien sufría una insolación y después era la sevillana quien sentía un fuerte malestar en el estómago a consecuencia de la comida.
De vuelta en España, tanto Kiko Rivera como Irene Rosales, muy bronceados, le restaban importancia a estos contratiempos y aseguraban haber disfrutado al máximo de sus vacaciones. "Lo hemos pasado muy bien", manifestaba Irene. El Dj, por su parte, ha respondido a las polémicas que le han rodeado en los últimos días haciendo hincapié en la persona que ha intentado suplantar a su mánager y, por supuesto, en la cogida que recientemente sufría su primo Canales Rivera.
A partir de ahora, Kiko Rivera volverá al trabajo mientras Irene Rosales se centrará en preparar la vuelta al cole de sus dos hijas. Alejada por completo de las polémicas familiares, la sevillana, que para el viaje ha optado por un look cómodo compuesto por shorts de algodón marrón, camiseta blanca y zapatillas, se ha volcado en su faceta como influencer. Hace solo unos días anunciaba con una enorme emoción que se estrenaba como nueva imagen de la firma de bolsos y complementos Misako por lo que su vuelta a la televisión tendrá que esperar.
A pesar de que la relación con Isabel Pantoja e Isa es inexistente, Kiko e Irene están atravesando uno de los momentos más estables como pareja, algo que no les puede hacer más felices.