Kiko Rivera e Irene Rosales se preparan para un día especial tras la última polémica de Isabel Pantoja

Kiko Rivera e Irene Rosales están volcados en la organización de la Primera Comunión de su hija Ana, un evento muy especial que podría traer consigo un reencuentro familiar

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Rebeca Alonso

Redactora digital de Lecturas

Kiko Rivera e Irene Rosales
Instagram @riverakiko

Aunque hace más de dos años que Kiko Rivera (41 años) decidió alejarse del foco mediático para centrarse en su familia, su salud y su trabajo, pertenecer a una de las familias más populares del país genera un enorme interés y cualquier movimiento se convierte en noticia.

El reencuentro familiar en Canarias a consecuencia del ingreso hospitalario de la hija de Anabel Pantoja el pasado mes de enero les llevó de nuevo a la primera línea de actualidad. Todos, sin objeción, acudieron a toda prisa para apoyar a la influencer en el que ha sido, sin duda, el momento más duro de su vida. 

Afortunadamente, todo quedó en un susto y Kiko, Isa e Isabel Pantoja abandonaban Canarias para continuar con su vida. A la espera de conocer la fecha en la que Anabel celebre el bautizo de su hija, ha sido Irene Rosales quien ha adelantado la celebración que podría unir a buena parte de la familia. Un día muy especial en el que están poniendo todo su cariño. 

Kiko Rivera e Irene Rosales
Cordon Press

Kiko Rivera e Irene Rosales organizan la Primera Comunión de su hija Ana

Muy activa en redes sociales, Irene publicaba una imagen en la que se puede ver una percha de color blanco decorada con un lazo y donde se puede leer "Ana. Mi Primera Comunión". 

"Gracias por este regalo para Ana", escribía Irene Rosales al tiempo que promocionaba la marca de regalos personalizados. "Hace unas cositas ideales", apuntaba. Eso sí, la mujer de Kiko Rivera ha tenido mucho cuidado y ha preferido ocultar la fecha en la que tendrá lugar la ceremonia, quizás para evitar que se filtre a los medios de comunicación.

Irene Rosales
Instagram @irenerova24

En este momento de su vida, el deseo de Kiko e Irene es que su hija mayor pueda disfrutar de este día tan especial sin la presencia de las cámaras. Aunque no han trascendido los detalles, no será de extrañar que el sepelio tenga lugar en la Iglesia de Castilleja de la Cuesta (Sevilla) y después se trasladen hasta una finca cercana. 

Respecto a los invitados que acompañarán a la familia es una incógnita. Sabemos de la magnífica relación que Irene mantiene con todos sus hermanos y tampoco faltará Cayetano Rivera junto a su hijo. La presencia o no de Anabel Pantoja es un misterio, ya que la influencer está intentando mantener un perfil bajo mientras la investigación sobre supuestos malos tratos se cierra. 

Lo que parece una realidad es que ni Isa Pantoja, embarazada de seis meses, ni mucho menos Isabel Pantoja, estarían invitadas. Eso sí, hace unos meses el Dj dejó entrever su deseo de recuperar su relación con su hermana después de años distanciados. 

"Me gustaría que en un futuro no muy lejano pudiéramos sentarnos a hablar y arreglar nuestras diferencias", confesaba en un conocido podcast. Tiempo después era él mismo quien daba el paso de abrazar a su hermana durante su encuentro en Canarias. "El amor por mi hermano no tiene fecha de caducidad. No quiero emocionarme ni hacerme ilusiones", reconocía Isa en televisión.

Kiko Rivera e Irene Rosales
GTRES

La última polémica que ha salpicado a Isabel Pantoja

Mientras Kiko e Irene están volcados en la organización de la comunión de su hija mayor, Isabel Pantoja se ha visto envuelta en una nueva polémica. Tal y como ha podido saber la revista Lecturas en exclusiva, todavía "hay tres propiedades a nombre de Francisco Rivera Pérez". La tonadillera nunca puso a su nombre esos bienes que son adyacentes a Cantora y que el torero adquirió tiempo antes de su muerte.

40 años después de su muerte, la herencia de Paquirri sigue coleando. Los problemas económicos que arrastra desde hace años podrían empeorar más si cabe. "Isabel está financieramente ahogada, y hay acreedores que no han podido cobrar sus deudas porque todos sus bienes están embargados", dice la revista. 

Ajena por completa a esta nueva polémica, Isabel sigue con su nueva vida en Madrid, una nueva etapa lejos de Cantora en la que su hermano Agustín sigue siendo su único apoyo.