La vida no tiene sentido para Kiko Rivera si en ella no están sus hijos. Por eso no ha dudado en emprender una lucha sin cuartel y todas sus fuerzas para tenerlos a su lado. Su 'rival' en esta guerra es su expareja y madre de su hijo Francisco, Jessica Bueno. El hijo de Isabel Pantoja se enteraba esta semana y por la prensa de la intención de la modelo de mudarse de nuevo a Londres, dejando su vida en Eibar por motivos profesionales de su actual marido, el futbolista Jota Peleteiro. Jota fichaba en el mercado de invierno por su anterior equipo, el Brentford inglés. La pareja ya estaba llenando cajas para su inminente mudanza y, evidentemente, la idea de Jessica era ir acompañada de Francisquito y del pequeño Jota Jr.
A Kiko le caía un jarro de agua fría al conocer la noticia e imaginarse volver a estar cada quince días viajando a Londres para recoger a su hijo. Sin embargo, este jueves, a última hora de la tarde recibió la mejor de las noticias de los últimos años. Ni sus éxitos discográficos ni su pasión por la música. Un juez de Eibar ordenaba que el pequeño Francisco Rivera Bueno deberá quedarse en España y seguir escolarizado aquí. La orden tiene de vigencia hasta el próximo septiembre, mes en el que deberá revisarse el acuerdo de custodia del pequeño. Kiko y Jessica mantienen un acuerdo de custodia compartida que pacta que el niño vive con la modelo y el Dj pasa con él un fin de semana cada 15 días.
La orden del juez ha dado al traste con los planes de Jessica Bueno y Jota Peleteiro, quienes ya se veían como la primera vez que se establecieron en Londres. En aquella ocasión, la Justicia favoreció a Jessica porque ella le procuraba a Francisquito una familia formada y un entorno estable. Sin embargo, este nuevo cambio no ha sido percibido ahora como una vida estable para el buen desarrollo del hijo mayor de Kiko y Jessica, por lo que la modelo no podrá llevárselo a Inglaterra. Una de las razones que más han pesado en esta resolución judicial es que los traslados de la familia Peleteiro Bueno no se debe al trabajo de la progenitora directa del pequeño, sino de la pareja de ésta.
El músico no podía disimular su estado de excitación y alegría y lo primero que hizo fue llamar a su madre para darle la buena noticia. Después la compartió con su mujer Irene Rosales, quien solo ella sabe por los nervios y los momentos complicados que ha pasado debido a la deteriorada relación que mantiene con su expareja por la custodia de su hijo.
Esto produce un cambio de planes drástico para Bueno y Peleteiro y les obliga a estar separados, hasta que no se les ocurra otra solución. De momento, Jessica se quedaría aquí con sus hijos mientras Jota ya se encuentra en Londres cumpliendo con sus deberes profesionales con su nuevo equipo. Según han explicado en 'El programa de AR', los padres de Jessica la habrían tenido que ayudar con la mudanza a su hija.
Los cambios no se quedarían aquí y una de las soluciones que se barajan para el bien del pequeño Francisco es que se acabara quedando en Sevilla con su padre y ser escolarizado allí, para que Jessica pudiera trasladarse a Londres con Jota y el pequeño Jota Jr. Este horizonte sería aún más favorable para Kiko Rivera.