La llamada de Kiko Rivera a Sálvame no ha dejado indiferente a nadie. El marido de Irene Rosales irrumpía ayer en el programa presentado por Jorge Javier Vázque vía telefónica tras regresar de su viaje en Nepal con Jesús Calleja y con más ganas que nunca de dejar las cosas claras. El Dj, sin pelos en la lengua, rompía todos y cada uno de sus vínculos con Anabel Pantoja y le dedicaba unas duras palabras: "No me aportas nada", aseguraba el artista. También, avivaba el fuego en la guerra contra su madre en referencia a los objetos que le pertenecen de la herencia de Paquirri: "Me parece un cachondeo", le aseguraba Kiko al bloguero de Lecturas segundos antes de destapar la decisión que ha tomado que se haga, por fin, justicia. Kiko Rivera ha desvelado que ya ha emprendido acciones legales contra su tío, Agustín Pantoja y le acusa de tres delitos: apropiación indebida, estafa y administración desleal.
Ya no hay marcha atrás. Kiko Rivera ha vuelto del país asiático con las ideas muy claras y quiere tener en su poder los enseres que le pertenecen de su padre, ¡y los quiere ya!: "Sí, he demandado a mi tío por todo lo que ha salido. Esos objetos me pertenecen, porque está escritos en el testamento. Dijeron que sí, que sin ningún problema. Al día siguiente, volvieron a llamar a mis abogados diciendo que no los encontraban"; ha continuado Kiko Rivera muy enfadado ante el comportamiento que están adoptando tanto Agustín Pantoja como la tonadillera.
Hace apenas un par de meses, Kiko Rivera echaba el freno en todo este escándalo ya que mentalmente se encontraba "destrozado". El cantante se ha volcado en su trabajo, en su mujer y en sus hijas durante estas semanas y lo único que quiere a día de hoy es que se llegue a un acuerdo y que las personas que hayan llevado a cabo malas acciones, que paguen por ello, y así se lo ha hecho saber a Jorge Javier Vázquez: "Jorge, llegados ya a este punto que se haga justicia con lo que se tenga que hacer. Si alguien ha actuado mal y ha hecho las cosas mal, tendrá que pagarlo", ha rematado.