La vida de Kiko Matamoros ha sido de todo menos tranquila, de hecho él mismo reconoce que si tuviera que morirse en estos momentos ha cubierto el cupo de disfrutar al máximo de la vida. Sin embargo, ha dado a conocer una faceta muy sensible hasta ahora desconocida por el gran público.
El colaborador ha hecho un repaso a toda su vida desde el plató de 'Viva la vida' en el que ha hablado de toda su trayectoria personal y profesional. Detrás de esa imagen de hombre brusco y arrogante, hay una persona que siempre ha buscado lo mejor para sus hijos y que solo tiene buenas palabras para la verdadera mujer de su vida, su madre.
Kiko ha confesado, visiblemente emocionado, que no hay día en que no recuerde a la mujer que le dio la vida y que lamentablemente murió "demasiado pronto" tras una larga enfermedad degenerativa: "Tenía la sonrisa más bonita del mundo, era muy generosa. La echo mucho de menos", narraba sin poder borrar la sonrisa de su cara. Y es que él está seguro de que ha tenido la mejor madre del mundo: "Yo tengo la suerte de creérmelo", bromeaba.
De su padre, admite que era "muy duro y rígido", pero lamenta haber hecho unas duras declaraciones sobre él en el pasado ya que su intención no es que se quedase esa imagen tan mala de su progenitor. Sin embargo, reconoce que en algunos momentos se ve reflejado en él: "A veces me produce cierto rechazo porque soy igual que lo que he criticado, pero más con cariño".
Al margen de su infancia, ha explicado que afortunadamente y después de todos los enfrentamientos públicos que protagonizó con algunos de sus hijos, mantiene muy buena relación con todos ellos y eso es lo único que le importa en estos momentos. "Me preocupa su futuro por el momento que estamos viviendo, yo les ayudaré en todo lo que esté en mi mano".