Este lunes, Kiko Matamoros era intervenido de la vesícula en el Hospital Quirónsalud San José de Madrid, una cirugía que duraba alrededor de una hora y media y que afortunadamente fue todo un éxito. Era su novia, Marta López Álamo, que no se ha separado de él ni un instante, la que contaba como habían sido las primeras horas tras la operación y alababa públicamente la fortaleza de su chico: "Está tranquilo. Kiko tiene un genética muy buena, el doctor nos ha dicho que tiene la musculatura muy fuerte", explicaba la modelo a 'Sálvame'.
Con muy buena cara, solo 24 horas después de la cirugía era el propio colaborador el que ha reaparecido desde su habitación de hospital: "Gracias a todos los que os habéis interesado por mi salud. Todo ha ido perfectamente", ha escrito. Consciente del revuelo que ha causado su último retoque estético, Kiko ha hecho referencia también a ello y a juzgar por el comentario parece que está encantado: "Ah! Lo de las infiltraciones de ácido hialurónico va también muy bien. Por su camino todo", sentenciaba.
Por el momento se desconoce cuando recibirá el alta hospitalaria aunque Marta sí que ha comentado en Instagram que la de este martes sería su última noche en el hospital. Marta López Álamo no se separa de Kiko Matamoros. Desde su operación, la joven modelo solo se ha movido del lado de su novio para darse una ducha y cambiarse en casa o hacer algunos recados rápidos.
![Marta López Álamo llega al hospital](data:image/svg+xml,%3Csvg xmlns="http://www.w3.org/2000/svg" viewBox="0 0 900 1350"%3E%3C/svg%3E)
Gtres
El colaborador de televisión recibía en la tarde del lunes la visita de su hijo Diego Matamoros. El joven se trasladó hasta la clínica acompañado por Carla Barber aunque prefirieron no hacer declaraciones al respecto. Laura, por su parte, ha estado al tanto de todo a través del teléfono y es que la influencer se encuentra de vacaciones en Ibiza. Por cosas del destino, la intervención de Kiko ha coincidido con el 20 cumpleaños de su hija Anita, quien anoche lo celebraba con una fiesta por todo lo alto. Padre e hija siguen distanciados. Esta es la única pena que guarda Matamoros en este momento tan dulce de su vida.