Lo que era una operación de extirpación de vesícula sin riesgo aparente, desembocaba en una serie de complicaciones que han llevado a Kiko Matamoros a permanecer ingresado en el hospital durante más de dos semanas. A la espera del tan ansiado alta, el colaborador de 'Sálvame' ha pasado por una fuerte pancreatitis y una infección de hígado.
Este miércoles, en exclusiva para Lecturas Kiko mostraba su nueva imagen desde su habitación de hospital tras los polémicos retoques estéticos de Carla Barber. Sin embargo, ese cambio más que evidente no solo ha dependido del trabajo de la novia de Diego Matamoros sino de los estragos que ha hecho en su cuerpo su estancia en el hospital.
El colaborador no ha perdido el sentido del humor y reconocía a nuestra publicación que la falta de alimento y actividad física le ha llevado a perder más de 10 kilos: "Tengo los brazos y las piernas como cuando tenía 11 años". Animado con los últimos resultados, confía en recibir el alta de cara al fin de semana: "Esta época es muy deprimente para estar en el hospital. Es una infección que ha afectado al hígado, al páncreas, al tubo biliar, a algún órgano más, a la sangre... Parece que va remitiendo".
Sus planes más inmediatos
Aunque desconoce si se lo permitirán los médicos dado su delicado estado de salud, su deseo es disfrutar de unos días de vacaciones en la playa junto a Marta, quien se ha convertido en su apoyo incondicional. La modelo no se ha separado de su chico en estos momentos tan delicados llegando incluso a dormir con él cada noche. Mientras el colaborador sigue con su recuperación en Madrid, sus hijas Laura y Ana están disfrutando de unos familiares días de vacaciones en Cádiz.