Kiko Matamoros flipándolo en el ‘100 Montaditos’ es todo lo que necesitas hoy

Acostumbrados al lujo, Marta López Álamo y Kiko Matamoros acaban en el ‘100 Montaditos’ y alucinan con el precio de la carta

foto autor Conchi
Conchi Álvarez de Cienfuegos

Redactora Jefe de Clara Corazón

Cargando vídeo: Kiko Matamoros y Marta López Álamo acaban en '100 Montaditos'

@martalopezalamo

Kiko Matamoros y Marta López Álamo acaban en '100 Montaditos'
@martalopezalamo

Kiko Matamoros y Marta López Álamo acaban de llegar de México. Los hoteles en los que han estado no bajaban de las 5 estrellas y, en su día a día, les vemos ir a cenar a los restaurantes más caros de Madrid. Creemos que era necesario que conocierais sus antecedentes gastronómicos para que contempláreis en toda la grandiosidad la anécdota que estamos a punto de compartir con vosotros.

Ellos, que viven en un palacete del siglo XVIII, que compraron un piano de cola solo para que Marta López Álamo retomara las clases que dio hace años, que diseñan sus propios muebles, que tienen un gimnasio sobre un suelo de parqué que brilla más (incluso) que sus dientes (y ya es decir). Ellos, que están más familiarizados con un safari por el Serengueti que con el euroahorro del MacDonalds’s. Que lo más cerca que han estado de los cupones del Burger King es cuando les dieron una publicidad de camino al Ritz. Ellos, sí, ellos. Han acabado en el ‘100 Montaditos’, la cadena preferida por los universitarios españoles y no porque se estudie de maravilla en sus mesas. Y, encima, en domingo, con toda la carta a un euro. ¿Parece un chiste? No lo es. Les pasó ayer y Kiko Matamoros aún está frotándose los ojos.

Él, que se ha movido como pez en el agua en los reservados más VIPS de las discotecas más caras, que ha comido en restaurantes con estrella Michelin, que no sabe lo que es comprarse una americana en el Springfield, ayer alucinó, claro. Kiko Matamoros, como si acabara de aterrizar en otro planeta, trataba de hacerse entender por ese alienígena con gorra que le preguntaba su nombre para llamarle cuando su montadito de lomo estuviera listo. Y él sin entender nada. Primera vez en su vida. Un astronauta completamente fuera de órbita. Y, a su lado, Marta López Álamo dando buena cuenta de todo en redes sociales.

De verdad, una narración de las que marca una época. Hacednos caso, dadle al play al vídeo porque no os vais a arrepentir. Y si lo hacéis, pensad que os habrá costado aún menos que la cena de anoche de Marta y Kiko Matamoros.