Kiko Hernández se ha convertido en uno de los protagonistas de la semana. La vuelta del colaborador al trabajo tras varios meses 'desaparecido' ha venido acompañada de la publicación en Lecturas de unas fotografías exclusivas en las que luce su nueva imagen y aparece acompañado de su amigo Fran Antón, unas imágenes que han dado (y siguen dando) muchísimo que hablar. El colaborador ha dado diferentes explicaciones en 'Sálvame' que este jueves el programa recopilaba en un informe dedicado a sus contradicciones y Kiko Hernández ha acabado abandonando el plató en directo muy enfadado.
No obstante, antes ha podido charlar con Jorge Javier Vázquez y ambos han reflexionado sobre el cambio de vida y actitud que ha tenido el colaborador. Aunque sigue siendo bastante escrupuloso con su vida privada, Kiko Hernández ha dejado de esconderse y ahora disfruta más de la vida. No es una percepción sino una realidad que el propio colaborador ha confirmado esta tarde. Kiko se ha sincerado sobre el momento en el que la cabeza le ha hecho click y ha decidido cambiar su forma de actuar y comportarse. "Me abrió la mente el fallecimiento de mi amiga Begoña. Cuando pasó, me fui a Punta Umbría y decidí cambiar de vida. Salir y entrar. Ustedes sabéis que no salía nunca ni a cenar ni a nada. Siempre muy volcado y centrado en mi trabajo. Todo era trabajo, trabajo y trabajo y me dije 'aquí vas a estar cuatro días, sal a la calle y disfruta", ha contado.
Su compañero Kiko Matamoros ha celebrado este cambio de actitud y le ha dado su impresión sobre su evolución. "A Kiko Hernández siempre le hemos visto como un poco rarito, pensé que tenia fobia a lo público o tenía miedo a relacionarse. He estado en bolos con él y le han pedido una foto y ha salido corriendo", ha comentado Matamoros. Ahora, Kiko Hernández ha decidido exponerse: "Claro que me expongo, porque no tengo nada que ocultar, no tengo ningún miedo".
El año más terrible de Kiko Hernández
Kiko Hernández ha cambiado radicalmente, y no solo por su nuevo rostro tras su injerto capilar. El también presentador de Mediaset vivió hace algo más de un año una auténtica revolución en su vida cuando dos de sus pilares fundamentales, sus amigas Mila Ximénez y Begoña Sierra, dueña del Bingo Las Vegas, fallecieron. Kiko estaba muy unido a las dos y sus dos pérdidas tan cercanas en el tiempo le dejaron destrozado. "20 días antes de Mila falleció una tía mía, luego Mila, ahora Begoña. No estoy acostumbrado a la muerte y de repente… No lo procesas. Quiero descansar un tiempo, quiero tomarme unos días y descansar (...) por mi salud mental necesito parar, no puede ser. Ayer tenía ideas raras en mi cabeza. No puedo más", confesaba en 'Sálvame' con los ojos repletos de lágrimas.
Con la voz entrecortada, el colaborador de 'Sálvame' se sinceraba con Jorge Javier Vázquez: "Se me junta un duelo con el otro y hay un momento que revientas. No soy de tomar pastillas pero no sabía dónde estaba si en el tanatorio, en el hospital… por la noche no recordaba a quien había saludado, quien estaba, quien no… Tengo que sacar dos personas adelante. Quiero desaparecer. Tengo momentos en los que no quiero levantarme de la cama y eso no me lo puedo permitir". Así ponía Kiko Hernández un freno a su año más terrible.
El cambio de chip de Kiko Hernández
Kiko Hernández ha estado varios meses alejado de 'Sálvame' . Su ausencia ha coincidido con el parón veraniego y las vacaciones pero mucho se ha especulado sobre si el colaborador podría estar alejado de la cúpula del programa y centrado en otros proyectos personales y profesionales. Entre manos tiene su obra de teatro, regresa a las tablas y en diferentes lugares ya ha colgado el cartel de agotado de la obra ‘Las Troyanas’. Por supuesto sus niñas son lo primero para él y ahora está centrado en dedicarles el mayor tiempo posible, además de en hacer deporte y cuidarse física y mentalmente tras unos años complicados. Su 'desaparición' ha coincidido también con su paso por el quirófano para implantarse pelo, está claro que el colaborador está en busca de su mejor versión.
Su regreso al trabajo no ha sido el camino de rosas que imaginaba y es que a lo que se comenta sobre su vida privada se suma que no se siente 100% a gusto con su nueva imagen. Ayer mismo confesaba que no estaba en su mejor momento. "¡Estoy así por la puñetera cara que se me ha quedado! Y hasta que no se me arregle me provoca inseguridad. Cada vez que me veo en cámara me siento mal, si esto os provoca risa allá cada uno con sus inseguridades". El colaborador se ha sincerado con sus compañeros dando otra muestra de que quiere vivir con menos hermetismo.