Ya se notaba que el episodio del brazo roto de David, el hijo de Rocío Carrasco y Antonio David, había afectado mucho a Kiko Hernández. El colaborador aseguraba que no entendía la actitud del padre si todo era tal y como lo había narrado la hija de Rocío Jurado. Detrás de esta sensación se escondía una verdad: el propio Kiko había pasado por un trauma parecido. “Una de mis hijas se rompió un brazo”, explicaba en 'Sálvame' el colaborador muy afectado. Fueron los peores minutos de su vida.
“Una de mis hijas se rompió un brazo, tardé 15 minutos en ir al hospital y fueron los peores de mi vida”. Kiko Hernández revivía, con emoción, el accidente que sufrió su hija. El colaborador, a raíz del episodio que narró Rocío Carrasco cuando su hijo llegó a casa con el brazo roto, quería contar su experiencia para que la gente le pudiese entender mejor. “Tardé 15 minutos en llevarla al hospital y se me caían unos lagrimones... Esos quince minutos fueron los peores de toda mi vida”.
“No me imagino el dolor de ese niño con ese brazo roto y un padre que pasa de ese dolor, no lo entiendo, en mi cabeza no cabe”. El colaborador ya se había mostrado muy afectado desde un primer momento con lo que contó Rocío Carrasco. La hija de la cantante, según explicó en su documental, vio que su hijo David tenía un bulto enorme en el brazo al llegar este de casa de su padre. Al parecer, se había caído de una litera y no le habían llevado al hospital.
Hernández es uno de los que más contundentes se muestra con Antonio David. El colaborador ha dado un giro radical en la concepción de su excompañero tras escuchar el testimonio de Rocío Carrasco.