Kiko Hernández ha retomado su puesto de trabajo en 'Sálvame' este miércoles tras la muerte de su amiga íntima, Begoña Sierra, de forma inesperada: "Había quedado el mismo lunes con ella para verla y hacer cosas nuestras y de repente falleció", revelaba para sorpresa de todos sus compañeros. Completamente abatido por la pérdida, el colaborador ha reconocido que "ya no puedo más". La muerte de Mila Ximénez el pasado mes de junio y ahora de Begoña han sumido al exgran hermano en un pozo del que le está siendo muy complicado salir.
Con la voz entrecortada, el colaborador de 'Sálvame' se sinceraba con Jorge Javier Vázquez: "Se me junta un duelo con el otro y hay un momento que revientas", afirmaba a la vez que revelaba que este lunes se tomó varios lexatines para poder descansar: "No soy de tomar pastillas pero no sabía donde estaba si en el tanatorio, en el hospital… por la noche no recordaba a quien había saludado, quien estaba, quien no…".
Kiko Hernández ha contado que este año ha sido "terrible" para él: "20 días antes de Mila falleció una tía mía, luego Mila, ahora Begoña. No estoy acostumbrado a la muerte y de repente… No lo procesas". A pesar de contar con el apoyo y cariño incondicional de todos sus compañeros, el colaborador lo tiene claro: "Quiero descansar un tiempo, quiero tomarme unos días y descansar (...) por mi salud mental necesito parar, no puede ser. Ayer tenía ideas raras en mi cabeza. No puedo más", sentenciaba con los ojos repletos de lágrimas.
La intervención de Hernández terminaba haciendo referencia a sus dos hijas: "Tengo que sacar dos personas adelante. Quiero desaparecer. Tengo momentos en los que no quiero levantarme de la cama y eso no me lo puedo permitir". Unas palabras que le hacían romperse por completo y abandonar el plató envuelto en un silencio sepulcral. "Creo que es la etapa más dura que estamos pasando en este programa", afirmaba Jorge Javier tras la marcha de Kiko.