Parece ser que el culebrón que rodea al alumbramiento de la primera hija de Khloé Kardashian tiene, de momento, un final feliz. Tras muchas horas de dudas y rumores, la hermana de Kim Kardashian ha compartido con el mundo la primera imagen desde que dio a luz, en la que desvela el nombre de su primogénita, a la que han llamado True (Verdad). La elección de este nombre no es baladí, y con ella Khloé parece enviar un mensaje al mundo entero. Y este no es otro que piensa seguir al lado de su pareja y padre de la niña, el jugador de la NBA Tristan Thompson, a pesar de las continuas infidelidades de este durante todo el embarazo.
La recién estrenada mamá ha seguido la tradición familiar y ha escogido un nombre que empieza por la inicial del apellido del padre. Por lo que a Khloé respecta, empieza una nueva era. Se despide de las 'kas' y empieza la era de las 'tes'. Si la relación continúa, claro.
Durante las horas previas e inmediatas al parto, la relación de Khloé y Tristan estaba en el aire. En escasas horas se desveló que el jugador le había sido infiel con hasta cinco mujeres. Con una de ellas, en repetidas ocasiones durante cinco meses. Con otra, una bailarina de striptease, el fin de semana anterior al parto. Con este panorama, parecía evidente que la ruptura era inevitable y que Khloé cogería sus bártulos y a la niña en cuanto pudiera y dejaría Cleveland, donde viven, para volver a Los Ángeles al abrigo de su numerosa familia. Sin embargo, fuentes cercanas a la familia confirmaron que Khloé había perdonado al padre de su hija y que lo único que sentía era una gran felicidad. "Está consumida por el amor a su hija. Nada más importa", aseguran.
Khloé parece haber aceptado las explicaciones de Tristan, que simplemente le dijo: "Ya sabes como son las groupies, me siguen y se aprovechan cuando voy borracho. No es lo que parece".
Su familia no lo ve así y hay quien asegura que han calificado el comportamiento de Tristan como "repugnante". En la mente de todos están los duros años que Khloé pasó al lado de Lamar Odom, otro jugador de la NBA con el que se casó en 2009 al mes de conocerse. La felicidad duró poco al matrimonio. Lamar sufría adicciones y también le fue infiel a Khloé en repetidas ocasiones. Tras vivir años separados y múltiples reconciliaciones, se divorciaron en 2016. Para sus hermanas, Khloé debería haberse divorciado mucho antes, pero ella no era capaz de abandonar a Lamar sin familia y sin trabajo –perdió contratos por sus problemas con el alcohol y las drogas–.
El tono dramático de esta historia alcanzó el cénit cuando Lamar sufrió una sobredosis de cocaína y Viagra en un prostíbulo de Las Vegas y quedó en coma durante semanas. La recuperación fue lenta y difícil, y Khloé estuvo junto a él en todo momento. Cuando le dieron el alta, le alquiló una casa y contrató personal sanitario especializado. Una vez Lamar se recuperó, Khloé decidió poner fin al matrimonio. Pocos meses después, a finales de 2016, empezó su relación con Tristan Thompson. El resto ya forma parte de la Historia Kardashian.