Alguien tenía que ocuparse de ellos. Y eso que en la boda se encontraba la niñera oficial de George y Charlotte, la española María Teresa Turrión, pero puesto que los niños tenían un especial protagonismo en la boda de Pippa Middleton –ejercieron de pajes y damitas de honor–, tuvo que ser Kate la que estuviera pendiente de ellos en todo momento.
Tanto a la entrada, como a la salida de la iglesia, fue la duquesa de Cambridge la que se estuvo ocupando de que los niños no se desmadraran delante de cientos de cámaras fotográficas. Hay que tener en cuenta que George solo tiene tres años y medio y su hermana Charlotte, dos.
Desde luego, hay que reconocerle a Kate Middleton su buena mano con los niños, ya que tanto los pajes como las damitas de honor le hicieron caso en todo momento, aunque a veces la duquesa de Cambridge tenía que estar con cien ojos para que la pequeña Charlotte no se escapara o se echara a llorar de aburrimiento. en ese sentido, hay que decir que su hermano mayor, pese a su corta edad y su fama de niño movido, estuvo a la altura de todo un 'royal baby'.