Dos años. 730 días sin abrir la boca nada más que para cantar. Pero para responder una pregunta… muda, muda como Belinda. Beyoncé no ha concedido una sola entrevista en todo este tiempo, ni si quiera ahora que es portada de la edición estadounidense de Vogue. La diva es la protagonista de un reportaje fotográfico, pero el texto que acompaña a las imágenes no ha sido sacado de las cuerdas vocales de la cantante, puesto que ella lleva todo este tiempo sin sentarse cara a cara con un entrevistador y contestarle a sus preguntas.
Pero su caso no es el único. Esta misma semana hemos sabido que, a partir de ahora, todas las entrevistas que conceda Justin Bieber tendrán que ser grabadas. Esto es, que no serán emitidas en directo. ¿El motivo? Que así se podrá editar aquellas partes que no juegan a favor de la imagen del artista. ¿Censura? Bueno, digamos que Bieber ya no quiere seguir siendo tema de conversación por sus salidas de tono, por lo menos, las que comete en los platós. “La gente que rodea a Justin están aterrados de que el joven hable en directo. Ellos quieren que, a partir de ahora, todo sea grabado”, podíamos leer en Page Six. El joven planea sacar nuevo disco y parece que toda la promoción se realizará de esta manera. Sus representantes no quieren que Biebs vuelva a ponerse en ridículo, y, como el que evita la ocasión evita el peligro, planean llevar a término esta nueva manera de entrevistas en los pocos meses.
Uno sin hacer entrevistas en directo, la otra que no las hace de manera directa (cuando presentó su línea de comida vegana contestó a las preguntas vía mail). ¡Pero qué tímidos que están los famosos últimamente!
Pasar por el trago de las conversaciones con los periodistas es algo que parece disgustar profundamente a las celebridades, como también les ocurre a Kristen Stewart o a Bill Murray, quien, en la última década, no ha dado más de 5 entrevistas. A la de ‘Crepúsculo’, lo de hablar sobre ella es la parte que menos le gusta de su trabajo. En sus charlas ante la cámara se la ve retraída, casi abrumada por la situación. Nada ver con la auténtica Kristen, que parece ser una polvorilla de gracia...
Kanye West también prefiere sentarse en un cactus antes de hablar con un periodista. Hace bastante que no responde preguntas, pero cuando lo ha hecho siempre ha hecho partiendo de que él poseía la verdad suprema, y su entrevistador no.
¡Pero qué difícil nos lo ponen a veces estos famosos!