Hace tan solo unos días que Julián Muñoz falleció a los 76 años. sin embargo, el que fuera pareja de Isabel Pantoja era consciente que había muchas cosas que no había contado. Por ello, grabó una entrevista para el programa ‘¡De viernes!’ que pidió que se emitiera después de su muerte. En ella el que fuera alcalde de Marbella se despacha sobre muchos temas pendientes para no dejarse nada en el tintero, entre las cuales destaca la sentencia demoledora que realiza de Agustín Pantoja.
El pasado miércoles fue el día elegido por Telecinco para la emisión de dicha entrevista póstuma. Además, contó con el testimonio en el plató del nieto más mediático del exedil, Fran Redondo. Por otra parte, también entró de manera telefónica su mujer, Mayte Zaldívar, que no pudo evitar romperse en pleno directo al recordar el modo en que se despidió de su marido. Pero también tuvo tiempo para definir a la tonadillera como “mi perdición”, dejando claro que desde su ruptura no habían vuelto a tener contacto.
Julián Muñoz sentencia de manera demoledora a Agustín Pantoja en su entrevista póstuma
Julián no se anduvo por las ramas a la hora de explicar todo el dinero que se gastó en la intérprete de ‘Marinero de luces’. También quiso recordar el inicio de su noviazgo, el cual fue de manera telefónica hasta que por fin se conocieron y se enamoró perdidamente como un quinceañero. Lo que vino después es de sobra conocido, con una sonada ruptura que no acabó en los mejores términos.
Pero Muñoz también habló de otros miembros de la familia Pantoja. En concreto, de su hermano. “El hermano es un impresentable, un bicho que vivió del cuento”, decía el expolítico totalmente demoledor. En cambio, con la que fuera su suegra solo tuvo buenas palabras. “Doña Ana, la madre, jamás me dijo nada, ni una pega. Era una mujer que no se metía con nadie, no decía nada”, aseguraba.
Julián Muñoz relata su convivencia con Agustín Pantoja
El marido de Mayte Zaldívar fue muy claro sobre las sensaciones que tenía su cuñado sobre él, sobre todo en el momento de su detención y posterior entrada en prisión. “Agustín, en el momento en el que me detienen, ya tenía la idea de ‘es que este tío nos iba a meter en problemas, es que Julián tal, es que es un delincuente...’. Su hermano, Agustín Pantoja, su gota de agua permanente en la cabeza, la machacó...”, revelaba.
Durante algún tiempo ambos coincidieron en la misma casa. Por ello, Muñoz quiso hacer un retrato de lo que él vivió en aquella época. “Cuando yo me voy con Isabel, en un principio estamos los dos solos. Allí no aparece nadie. Al tiempo viene la madre. Yo encantado de que viniera... Agustín está en América protegido por Juan Gabriel. Cuando viene a la casa...”, explica sobre ese momento que traslada su residencia a su casa.
“La vida padre, vacaciones permanentes. Me levanto a las 3, como cuando me apetece, me acuesto cuando quiero, me veo todas las películas del mundo, y ‘Maribel, mira qué guapa has salido en este vídeo’. La puta rosca la estaba haciendo, todo el puto día. Un auténtico vago”, define a Agustín. De este modo, dejaba clara su postura sobre la situación que vivía el hermano de la cantante, donde prácticamente no hacía nada según sus palabras.
Julián Muñoz, muy crítico con el papel de Agustín al lado de Isabel Pantoja
Julián era consciente que el sentimiento de desprecio era prácticamente mutuo, una situación bastante complicada para la cantante que tenía que lidiar con ello. “Este personaje no existía para mí. Creo que era un desprecio cordial que nos teníamos. Con la diferencia que el que mandaba era yo y el ermitaño era él”, decía sobre el momento en que estaba viviendo en su propia casa.
Pero eso no fue lo único que quiso criticar el antiguo alcalde de Marbella. También lo hizo sobre el modo en que gestionaba el trabajo de su hermana. “A una artista como la Pantoja no se lleva desde el sofá o la cama”, criticaba Muñoz. “Sé que a raíz de meterme a mí en la cárcel se fue haciendo con las riendas. Creo que no es buen compañero de viaje para ella, aunque sea su hermana. Lo único que hace es perjudicarla”, expresaba. De este modo, dejaba patente que no consideraba que le hiciese ningún bien, pese a ser su hermano y una unión que hasta el día de hoy permanece entre Isabel y Agustín, siendo su fiel escudero que la acompaña a todas partes.