Julián Contreras padre, operado por una grave enfermedad

Julián Contreras, hijo de Carmina Ordóñez, está muy preocupado por su padre, diagnosticado una dolencia degenerativa desde hace años y operado por una grave enfermedad

Adrián López
Adrián López

Redactor digital de Lecturas

Julián Contreras
GTRES

Hace unos meses que Julián Contreras (38 años), hijo pequeño de la difunta Carmina Ordóñez, reveló sus graves problemas económicos. Una terrible situación a la que se le suma la enfermedad que su sufre su padre desde hace más de 9 años. Intentando hacer una nueva vida en Córdoba después de haberse ido a vivir a Cuenca, el hermano de Cayetano Rivera ha confesado el complicado momento en el que se encuentra después de que hace pocos días su progenitor haya tenido que ser intervenido quirúrgicamente.

Desde hace mucho tiempo que el ahora 'streamer' (Julián no para de hacer vídeos para YouTube o Twitch), está muy preocupado por su padre y se ha volcado en sus cuidados por un glaucoma que le está provocando pérdida de visión y ceguera, motivo por el que ha tenido que ser operado. "Mi padre se está quedando ciego. Lo más lesionado que tiene es la visión periférica. Si tú le pones una mesa debajo de las rodillas, sabes que se va a golpear", explicó Contreras en 'La Razón' hace unos años.

"Llevo un día de hospital infinito, está siendo agotador. La operación ha salido bien, es compleja, todo lo que sea operar de los ojos es complicado. Ha tenido un pequeño sangrado", comenzó diciendo el hijo de Carmina, revelando que la intervención había sido el pasado 23 de junio en Córdoba.

Ausentado durante unos días de su vida como creador de contenido, Julián reapareció el pasado sábado 29 de junio para contar que se encuentra en una situación que le provoca "ansiedad", aunque también para explicar que todo había salido bien en la operación: "Gracias a los que no habéis cambiado de canal", dijo antes de hablar de su progenitor. "Mi padre está bien. La operación salió bien, pero el postoperatorio está siendo muy complicado. No ha habido complicaciones, pero está siendo complicado. Es una dedicación constante, al final no se puede defender debidamente por sí solo y hay que estar muy al quite", contó. 

Pero no solo eso, Julián quiso agradecer a todos los que han estado pendientes de él y del estado de su padre y confesó además que los mensajes que le han escrito se los ha tenido que leer por culpa de esta afección. "Os lo agradezco", dijo a sus seguidores tras el aluvión de palabras de apoyo. No es la primera vez que Julián habla sobre el estado de salud de su padre. Y es que hace unos años ya confesó que es una enfermedad que le imposibilita para hacer tareas del día a día: "No puede ir solo por ahí, ni conducir. Tenemos que vivir juntos porque tiene muchas dificultades", explicó en el citado medio. 

Tal es el problema que tienen en el día a día que Contreras ha tenido que enfrentarse a un nuevo traspiés. Y es que su trabajo en Madrid, los viajes y las continuas ausencias le obligan a encontrar un nuevo hogar para el perro, Rocky, que rescató cuando todavía vivía en la provincia de Castilla La Mancha. Lo tiene en Córdoba pero su padre no puede hacer cargo si él no está, por lo que aunque le da mucha pena tiene que darlo de nuevo en adopción. "Es una lástima y una tristeza enorme que tengo. Si alguien está interesado, es el perro más dulce y más maravilloso del mundo", dijo en 'Y ahora Sonsoles'.

Julián Contreras se derrumba

En su última visita al programa de Sonsoles Ónega en Antena 3 hace unas semanas, Julián, que se había desmarcado de Fran Rivera hace unas semanas, no pudo evitar derrumbarse al hablar de momento complicado por el que está pasando al lado de su padre, quien no quiere saber nada del foco mediático porque prefiere estar tranquilo. "Está pasando un momento muy difícil. Es difícil porque llega un momento en el que tú no sabes cuántas cosas te quedan. La vida es difícil, es evidente y no lo niego, pero no sabes cuántas cosas de las contundentes te van a quitar. Mi padre se está quedando ciego", contó con la voz entrecortada. 

"Mi padre permanece ajeno y retirado porque es su deseo, quiere vivir su enfermedad al margen de todo esto y me gustaría creer que eso, como mínimo, se va a respetar. De momento así está siendo. Mi padre padeció hace algunos años un glaucoma muy severo en ambos ojos, irreversible, y ya está en una fase muy avanzada. Estamos en ese punto en el que el atardecer ya es otra cosa. Es muy difícil porque es algo con lo que yo no contaba, jamás me lo imaginé", dijo roto de dolor y entre lágrimas. Un momento de mucha emoción que llevó al público a darle un gran aplauso de apoyo. "Se agradece el ánimo, ahora lo necesito", dijo limpiándose el rostro. 

 

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