Solo han pasados dos semanas desde queJulia Janeiro alcanzase la mayoría de edad y ya empieza a sufrir el precio de la fama. A lo largo de estos días son varios los supuestos compañeros de la hija de Jesulín de Ubrique que han aparecido en televisión para hablar de ella y narrar testimonios que no la dejarían en un buen lugar.
Julia Janeiro no piensa permitir ni una más y esta semana se personaba en una notaría de Madrid para solicitar medidas cautelares y defender su derecho a la intimidad y el honor.
Al margen de esta situación, Julia Janeiro sigue adelante con su vida en Madrid al lado de su novio, Brayan Mejía. Gracias a su cuenta de Instagram hemos "dibujado" un perfil de Julia que tal y como confesó María José Campanario a la revista ¡Hola! muy poco tiene que ver con la realidad: "Aunque parezca otra cosa por las fotos que sube, muy mujerona, es una niña muy tímida y reservada", contaba.
Poco a poco, Julia se siente más cómoda en su papel de influencer y comparte más detalles de su vida privada. Este jueves, abría las puertas de su casa y publicaba su imagen más tierna. En la fotografía, aparece durmiendo en el sofá de su casa abrazada a su gatita: "Las dos ratoncitas de la casa somos nosotras", ha escrito Julia que sigue en su decisión de no permitir los comentarios en sus publicaciones.
Mantiene su vida familiar al margen de los focos
Julia Janeiro es consciente de quién es y por ello cuida muy mucho el contenido que publica en redes sociales. En su feed no hay ni rastro de sus padres, hermanos, tíos, primos... y la única referencia que ha hecho a Jesulín y María José Campanario fue hace solo unos días cuando compartía una fotografía con ambos dejando claro que a pesar de la distancia la relación con sus progenitores es maravillosa.