A puerta cerrada, así será la vista oral del juicio por el que Javier Santos reclama ser hijo de Julio Iglesias. Esta importante novedad en el caso, es, además, una auténtica rareza, puesto que este tipo de vistas orales suelen ser públicas.
Los abogados han conseguido este importante logro con el fin de “proteger la intimidad y vida privada de las partes”. Estos consideran que, al tratarse de alguien tan conocido su defendido, era mejor que se llevara de este modo para evitar despertar más morbo. Esta petición, que fue emitida el pasado en octubre y que ahora ha sido concedida, no supone cambio alguno para Javier ni para su defensa, que solo desea que se reconozca que es hijo del artista y le da igual que la vista se lleve a cabo de manera pública o privada.
También se baraja que esta petición podría tener que ver con el hecho de ver a Iglesias declarando en el banquillo, aunque aún no se sabe si el cantante, que vive en Miami, acudirá, puesto que su presencia no ha sido requerida. El abogado de Santos, Fernando Osuna, cree que no lo hará, “Me da la impresión de que no va a venir, quizá por eso le han concedido que sea a puerta cerrada, para ver si así viene”.
Javier presentó la demanda de paternidad en 2017 acompañado de una prueba de ADN que demostraba que había coincidencia entre el suyo y el de Iglesias. Por esto consiguió que su demanda fuera admitida a trámite por el juez y, desde entonces, ansía que llegue el juicio en el que pueda ver reconocido su derecho como hijo legítimo de Julio, algo que su madre no consiguió cuando presentó la primera demanda por paternidad en los años 90. Casi 20 años más tarde, ahora será el propio Javier quien puede que lo consiga.