Como ya viene siendo cada vez más habitual cuando un equipo de fútbol de nuestro país gana una competición, los más peques de la casa saltan al césped para festejar el título con sus padres. Y en la gran final de la Champions que se celebró en Kiev, Ucrania, entre el Real Madrid y el Liverpool no iba a ser menos. El merecido triunfo del equipo español, que suma ya 13 Champions, las tres últimas consecutivas, por 3-1, tuvo una celebración que estuvo a la altura, salvo por la pataleta de Cristiano Ronaldo, que no brilló como en otros partidos y realizó unas sorprendentes declaraciones en las que dio a entender que se marcha del Real Madrid.
Allí estuvo, sin embargo, arropado por toda su familia. Su pareja, Georgina Rodríguez, fue la primera en felicitarla con un varios y efusivos besos –y eso que él ni la tocaba–. También su hijo mayor, Cristiano jr. se mostraba felicísimo de este nuevo título, igual que la madre del jugador, Dolores Aveiro, o su hermana Katia. Todos viajaron hasta Kiev, pero su presencia no levantó el ánimo de CR7, quien empañó la alegría de sus compañeros por el triunfo.
Pilar Rubio y sus dos hijos mayores, Sergio jr. y Marco, también se desplazaron a Kiev, como ya es costumbre cada vez que el Real Madrid tiene una cita importante. Los pequeños están tan acostumbrados a que el equipo blanco gane la Champions, que si algún año gana esta competición otro equipo les va a resultar muy extraño.
Marcelo, Modric, Kross, Isco... todos tuvieron allí a sus familias y los niños saltaron al césped nada más proclamarse campeones de Europa. Lo dicho, una situación que se está convirtiendo en costumbre: que los hijos de los jugadores compartan con sus padres la euforia del triunfo.
¡Felicidades al Real Madrid y a todos sus seguidores!