El distanciamiento entre la infanta Cristina y los reyes Felipe y Letizia es una realidad desde hace años. Tras el polémico caso Noos que mantiene a Iñaki Urdangarin en prisión, los reyes se alejaron de la que, hasta el momento, era la hermana favorita de Felipe VI. Sin embargo, y por el bien de la corona, nunca más se les volvió a ver el público y han evitado verse en todas las ocasiones.
A primera hora de la tarde saltaba la noticia de que la infanta Pilar había fallecido. Los reyes eméritos estaban en el hospital cuando se hizo público su fallecimiento y, horas más tarde, cuando la capilla ardiente se instaló en su domicilio en Puerta de Hierro, se desplazaron hasta allí. Durante toda la tarde, la casa fue un hervidero de entradas y salidas de familiares y amigos de la familia acudieron a despedir a la hermana de don Juan Carlos.
Los reyes eméritos don Juan Carlos y doña Sofía acudieron juntos al velatorio, la infanta Elena, Victoria Federica y Froilán llegaron en el mismo coche y los reyes Felipe y Letizia también pasaron por el domicilio de la infanta Pilar.
La infanta Pilar ha sido uno de los grandes apoyos de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarín en los momentos más complicados para la pareja. Tanto así que los exduques de Palma llegaron a alojarse en la residencia de la difunta en la urbanización Sol de Mallorca, en Calvià, mientras duró el mediático juicio. Por eso hoy se esperaba que la infanta Cristina, a quien guardaba gran cariño la hermana del rey emérito, también se desplazara a la urbanización madrileña, pero no lo hizo.
En su representación acudió Juan Urdangarín, que llegó solo. Una gesto más con el que la infanta Cristina se aleja de la polémica en un momento tan delicado y tras el alboroto que ha supuesto el permiso penitenciario de Iñaki Urdangarín.