Cuando en 2011 estalló el caso Noos el primogénito de los Duques de Palma tenía 12 años. De Washington volvieron a Barcelona lo que eliminó cualquier posibilidad del preadolescente de pasar desapercibido e hizo de los últimos años de su infancia una temporada más dura de lo esperado.
Cuando el entorno de los hijos de Iñaki y Cristina habla de los pequeños siempre se refieren a Juan Valentín como el más serio, tímido y responsable de los cuatro. A su papel de hermano mayor se unió la carga de la imputación de su padre y la decisión de la Casa Real de apartarlos del núcleo fuerte de la familia por lo que sin duda el carácter del adolescente quedó fuertemente marcado.
Con una educación políglota recibida en el Liceo Francés de Barcelona, Washington y Ginebra, Juan terminó sus estudios de bachillerato el pasado junio. Con un buen expediente el joven podría elegir entre cualquier universidad del mundo para su formación académica pero parece que su decisión ha sido permanecer junto a su padre, que está pendiente de ingresar en prisión.
Juan fue el segundo nieto de los reyes y, además de ser el ojito derecho de Iñaki Urdangarín, con el que comparte la pasión por los deportes, es uno de los favoritos de la Reina Sofía y es más que habitual verlos charlando cuando pasan tiempo juntos.
Este verano ha sido histórico en lo que a los hijos de la Infanta Cristina se refiere ya que, tras años manteniendo todas las distancias posibles entre los Reyes Felipe y Letizia y sus hijas y los cuatro hijos de Urdangarín, en agosto pudimos ver al matrimonio saliendo a cenar con todos sus sobrinos en lo que se ha considerado como un paso hacia la integración de los niños como miembros de la familia real.