De los cuatro detenidos el pasado martes 31 de julio, Juan Muñoz, casado con Ana Rosa Quintana, ha sido el único al que el juez de la Audiencia Nacional ha dejado en libertad sin fianza. Mientras, su hermano Fernando y los dos abogados, Ricardo Álvarez-Ossorio y José Miguel García González, sí que deberán comparecer cada mes en el juzgado, para controlar que siguen en España y, en el caso de querer salir del país, tendrían que pedir un permiso.
Juan y el resto de los detenidos están siendo investigados por delitos de descubrimiento y revelación de secretos y de extorsión. Según se hacen eco varios periódicos, los dos empresarios y los abogados habrían tratado de cobrar una deuda ejerciendo chantaje, pues habrían hecho un encargo al comisario jubilado José Manuel Villarejo, que permanece en prisión desde el pasado noviembre. Este les habría ofrecido un vídeo de lo más comprometido, cuyo protagonista no era otro que el exjuez Francisco Javier de Urquía. Esto, supuestamente, sería de interés para los Muñoz pues este exmagistrado de Marbella era asesor de una persona que les debía dinero.
Tras dos días fuera de su casa donde pasaba las vacaciones de verano que repentinamente se vieron interrumpidas por esta inesperada investigación, Juan Muñoz aseguró estar “muy contento” con su puesta en libertad, y, mucho más, sabiendo que no tendrá que someterse al paso mensual por los juzgados para ir a firmar. El marido de Ana Rosa siente que todo “ha ido muy bien” ya que, en todo momento, se ha prestado a “colaborar con la justicia”, en pos de aclarar qué es lo que realmente ha sucedido. Eso sí, ha asegurado que le parece desproporcional haber pasado dos días bajo custodia policial.
A pesar de la puesta en libertad de los detenidos, los cuatro permanecen imputados por delitos de encubrimiento, revelación de secretos y extorsión.