Juan José Ballesta, ‘el Bola’, de niño prodigio a marmolista

El joven actor recuerda su etapa en la que prefirió vivir retirarse y trabajar poniendo encimeras en las cocinas de medio Madrid

Siempre será ‘El Bola’, igual que Pepa Flores siempre será ‘Marisol’. Pero Juan José Ballesta parece no tener ningún problema en que le sigan recordando aquel papel que, siendo solo un niño, le valió un Goya y su salto a la fama. El actor, que actualmente participa en ‘Servir y proteger’, en TVE, recordó junto a Toñi Moreno la etapa de su vida en la que quiso descansar de esa popularidad que le sorprendió siendo apenas un preadolescente y se metió a marmolista.

“Cuando conseguí la Concha de Plata fue cuando dije, voy a parar y voy a pensar qué es lo que quiero hacer con mi vida y me voy a poner a trabajar en otras cosas”, pero reconoce que esto no fue fácil, “la gente me decía cuando iba a las casas a poner encimeras ‘¿Te hace falta el dinero?’”, así que aunque tratase de pasar inadvertido, seguía siendo de lo más reconocible por sus clientes. “Tenía sus ventajas, porque después me hacían huevos fritos con patatas para desayunar”, recordó positivo.

El actor, que es padre de un niño, en todos estos años ha combinado sus trabajos en la interpretación con echar una mano a su padre “haciendo chapuzas”, y reconoce que si decidió aminorar la marcha de sus proyectos ante las cámaras fue porque no le gustaba tanta popularidad. “Empecé a ganar dinero y no podía disfrutarlo porque era un lío… yo no me olvido de donde he venido, y soy simpático con todo el mundo pero hay veces que pegas ese boom no sabes dónde meterte. Y debajo de las piedras, te encuentran”. Para él ese tiempo colaborando con su padre supuso un paréntesis feliz en que pudo volver a ser el chico que era y olvidarse que un día fue uno de los niños prodigio con mayor talento del cine español.