Jorge Javier Vázquez estrena ‘La vida iba en serio’ en Madrid, esa ciudad que tanto le gusta y a la que tanto quiere. Por eso, tal vez, debería de estar algo nervioso ante la inminente llegada de la obra a su parrilla teatral, pero parece que no es así, que el susto ya lo pasó con el estreno y ahora, cada vez que pisa el escenario, lo hace con respeto pero sin miedo. Disfrutando el momento y dando gracias de hacer realidad su sueño de ser actor.
‘La vida iba en serio’, que versa sobre su propia vida, corresponde a su primera novela, de la que ya ha sido publicada su continuación, ‘Último verano de juventud’. Dice que no le importa interpretarse a sí mismo, es más, que lo prefiere para que así su actuación resulte lo más creíble posible. Y es que, aunque se esté curtiendo al lado de una grande como Kiti Mánver, todavía debe darle un poco de vértigo cada vez que se abre el telón.
Y precisamente a Kiti le está tremendamente agradecido. La veterana actriz se ha revelado como un pilar fundamental en su obra, en la que interpreta a la madre del presentador, y se ha convertido en un apoyo fundamental para él. Cada día aprende más de ella, tanto en lo profesional, como en el plano humano, pues destaca la estupenda calidad personal de Mánver a la que siempre está deseoso de volver a ver y procura pasar algún tiempo extra en el camerino de ella charlando de lo divino y de lo humano con su compañera. Quién pudiera tenerla al lado para convertirse en su fiel pupilo…
Y pese a que asegura que no se pone nervioso cada vez que sale a escena, no puede evitar que le pase algo muy curioso: momentos antes de hacer acto de aparición, un tremendo picor se apodera de todo su cuerpo. Debe de ser la electricidad del teatro que le recorre entero y a la que se ha vuelto adicto.