Están a punto de cumplirse dos años desde que el coronavirus se instaló en nuestras vidas. En el 2020 todo cambió para siempre y la Covid-19 ha trastocado nuestra rutina y nuestra manera de relacionarnos. Hay muchas personas que han perdido la vida por culpa de esta enfermedad y, mientras que Antonio Resines se encuentra batallando contra el virus y ya ha salido de la UCI tras más de un mes ingresado, Jordi Sánchez se ha armado de fuerzas para relatar su experiencia. El actor que da vida a Antonio Recio en La que se avecina puede sentirse orgulloso de haberle plantado cara al coronavirus como el que más, pero ha sido un camino duro y tormentoso. Jordi ha hecho pública una carta inédita a través de Vanitatis en la que ha contado con pelos y señales cómo ha sido su último año. Además, se ha explayado sobre el momento en el que tuvo que comunicarle a sus seres queridos la gravedad de su situación.
Jordi Sánchez se contagió de coronavirus hace apenas un año, algo que derivó en una neumonía por la que estuvo debatiéndose entre la vida y la muerte durante 24 noches en la UCI intubado y en coma. El actor se considera una persona muy afortunada y ha querido compartir su lucha con todos sus seguidores.
Jordi Sánchez ha explicado cómo fueron sus primeros días de encierro, que acabaron siendo un auténtico infierno en la que los síntomas no remitían: "Después de 8 días en tu piso de Madrid, con fiebre persistente y encontrándote no demasiado mal, una médico amiga va a mandarte una ambulancia, porque no ve claro que la cosa no esté remitiendo, y cuando llegues al hospital te van a dar un susto: “Te vamos a intubar, si quieres llamar a alguien…”, ha comenzado escribiendo para el medio citado anteriormente.
Sin duda alguna, el peor recuerdo que guarda Jordi es el instante en el que no tuvo más remedio que contarle a su familia todo lo que estaban a punto de hacerle: "Llamarás a tu madre, que acaba de perder a tu padre por Covid, y para no preocuparla le dirás que te van a ingresar porque tienes el bicho y que no podrás llamarla desde el hospital, porque allí no te dejan, pero que esté tranquila, que todo va bien. No le dirás que te intuban y menos que te duermen. Ella no terminará de entenderlo, de hecho no se lo creerá, pero como lo de tu padre es demasiado reciente para encajar más miedos, preferirá hacerse la loca, dejarse engañar y preocuparse mucho diciendo muy poco".
Y, también, ha relatado cómo fue volver a la realidad tras casi un mes en coma: "Al cabo de 24 días te van a despertar. No van a dejar que entre nadie, porque las medidas serán muy estrictas, y eso se te hará muy duro. Pero todo el mundo, y en la distancia a través de Skype, estará muy contento de que hayas despertado. Pero tú no vas a comprender el motivo de tanta alegría. Te habrán caído treinta años encima".
Jordi ha tachado su estancia en el hospital como "una pesadilla" pero no ha podido ocultar la emoción que siente de volver haber retomado las riendas de su vida así como los proyectos profesionales que tenía pendiente. Incluso, ha confirmado que a pesar de todo, no tiene ninguna secuela. Eso sí, toda esta situación le ha cambiado para siempre. Además, ha rematado este escrito agradeciendo de corazón todos los mensajes de cariño y apoyo que ha recibido durante los últimos meses.