"Me planifiqué un año sabático para descansar y decidir incluso si dejaba de trabajar”, Jordi González (60 años) había acabado extenuado de sus últimos años en Mediaset. Se había convertido en el conductor estrella de programas como los debates de ‘Supervivientes’ o ‘GHVIP’. Necesitaba frenar en seco, respirar y decidir qué quería hacer realmente con su vida. Esta noche, el periodista catalán regresa a la televisión pública con la propuesta laboral que, en pleno año sabático, le hizo inclinar su balanza a que debía regresar al medio en el que ha cosechado mayor fama. ¿Qué le ofrecieron para que Jordi González dijera ‘sí, quiero’?
‘Lazos de Sangre’ llega una temporada más para encargarse de desvelar los secretos de algunas de sagas familiares más importantes. Este primer episodio está dedicado a la novia de las novias, Tamara Falcó (41 años). Ponerse al frente de un programa con tanto recorrido y de lo más estimulante, gracias a la labor de investigación que realizan los periodistas que conforman el equipo, se merecía una vuelta al trabajo. Jordi González no pudo negarse a este proyecto cuando llegó a sus manos. “Es un programa que tiene prestigio, que está muy bien hecho y no les costó mucho convencerme. Es un formato además que se aparta bastante de lo que he hecho en mi última etapa profesional. Me hizo ilusión, desveló en la presentación de la nueva temporada.
¿Que ha estado haciendo Jordi González este año y medio en el que ha estado alejado de la telelvisión?
Sencillamente, descansar. Ha vivido fuera de España, algo que no es raro para él, quien, durante muchos años estuvo a caballo entre Madrid y Miami. Pasaba medio año en Norteamérica y medio en España. Cuando le tocaba trabajar, empacaba sus pertenencias y volvía.
Desde ‘Moros y Cristianos’, uno de los programas pioneros de debate que se emitió en la televisión privada, Jordi González lleva ejerciendo el papel de moderador. Tiene la mano, el tono y el temple perfecto para ello. En esta ocasión, también se encargará de dar paso a los colaboradores y profesionales que participan en el coloquio posterior a la emisión del documental. Es el tercer presentador que tiene ‘Lazos de Sangre’; antes ya tuvieron ese papel Inés Ballester y Boris Izaguirre, que estuvo desde 2019 a 2022. “A mí no me han dicho cómo tengo que hacerlo, me aportaré a mí mismo”, contó al Diario de Navarra. Fiel a su estilo, a su manera de marca límites de dar el turno de palabra; el periodista catalán confía en sí mismo para este cometido, que abraza con enorme ilusión.
El susto de salud de Jordi González durante su última etapa en Telecinco
En 2019, Jordi González vivió una verdadera pesadilla tras sufrir un desprendimiento de retina, que casi le cuesta la visión de su ojo izquierdo. Tal y como contó entonces Pilar Eyre, el presentador tuvo que ser sometido a una operación de urgencia, en la que pasó tres horas en quirófano. Afortunadamente, la intervención fue todo un éxito. Dos años atrás, le había pasado algo parecido pero en el derecho.
Para un presentador como él, tener buena audición y vista es fundamental, pues, además de recibir indicaciones de dirección por el pinganillo, también sigue el guión a través del cúe, la pantalla en la que aparece escrito el texto que debe recordar.
El adiós ‘interruptus’ de Jordi González a Telecinco
A lo largo de su extensa carrera que, curiosamente, empezó en TVE; Jordi González ha trabajado en todas (o casi todas) las cadenas de este país. Se siente orgulloso de que su profesionalidad haya sido reclamada para diferentes formatos, aunque es verdad que para los magacines y los debates tiene un talento especial.
En 2021, Jordi González se despidió de la audiencia de Telecinco. Pocos entendieron que aquel ‘adiós, hasta el próximo programa’ era, en realidad, un adiós definitivo. Él tenía claro que se marchaba a descansar, pero nadie sabía sus intenciones. Tras aquello, no ha vuelto a la cadena de Fuencarral, y, de aquello también, un verdadero terremoto se ha vivido en el grupo; con un cambio en la cúpula que ha traído consigo un cambio radical de su parrilla y de la manera de abordar muchos temas.
Para González, hay algo hasta casi de proverbial en esto de regresar a la cadena en la que empezó. De cerrar un círculo. Tras más de treinta años a sus espaldas, haber visto cómo cambiaban las modas televisivas, cómo se iban unos personajes y llegaban otros. Pero él no es nostálgico, no se aferra al pasado. Le gusta mirar hacia delante y quedarse con lo vivido, con lo que a uno le ha hecho ser quien es. Para, una vez desde ahí, seguir creciendo. Y a él, este año lejos de las cámaras, le ha sentado de maravilla para saber que todavía puede seguir pasándoselo en grande en un plató.