Esta ha resultado ser una de las ediciones más polémicas de Gran Hermano, lo que ha llevado a tener un Debate protagonizado por los gritos, los insultos y las faltas de respeto. Todo esto ha provocado el hartazgo de Jordi González, que no ha podido evitar confesarse ante la cámara con un halo de resignación. “Qué ganas tengo de perder de vista a estos concursantes”, decía el presentador a puertas de la final.
La tensión y los malos modos se contagiaron incluso a los invitados de la noche, los asesores de ‘Cambiáme’, que visitaron la casa de Guadalix. Pelayo Díaz se puso al mismo nivel que el de los concursantes ante la incredulidad de un Jordi González, que veía esperanzando el final de esta edición.
“Eres un pintas. No tengo nada que ver contigo ni quiero. Eres un ridículo”, le dijo, sin pelos en la lengua, Clara a Pelayo, lo que provocó el duro enfrentamiento entre el estilista y la finalista de GH.
Este no fue el único motivo de incredulidad por parte de Jordi, que se sorprendió cuando a los tres finalistas les llamó la atención la separación de Brad Pitt y Angelina Jolie, entre las noticias que se han producido durante su aislamiento en la casa. No les afectó el nuevo gobierno de Rajoy, la muerte de Fidel Castro, ni el Nobel a Bob Dylan, ante la cara estupefacta de su presentador, que se valió de la ironía para afrontar la situación.
La guinda del pastel la puso el ex concursante, Miguel, que se mostró más desafiante que nunca, mientras el plató se venía abajo por los abucheos del público, haciendo caso omiso a las súplicas de un Jordi poseído por la paciencia.