Joaquín Torres, acompañado de sus hijos, vive unas vacaciones agridulces en su primer verano de casado con Raúl Prieto

Joaquín Torres ha compartido algunas imágenes de las vacaciones que está pasando en Santander junto a sus hijos en un verano marcado por el delicado estado de salud de su madre

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Rebeca Alonso

Redactora digital de Lecturas

Joaquín Torres
Instagram @acerojoaquintorres

El verano es tiempo de vacaciones. Después de un curso muy intenso, Joaquín Torres (53 años) ha hecho las maletas para disfrutar de unos días de desconexión junto a dos de las personas más importantes de su vida: sus hijos. El popular arquitecto ha trabajado hasta el último día pero no podía dejar pasar la oportunidad de pasar unos días de asueto con Álvaro y Manuel, de 17 y 13 años respectivamente. Y qué mejor que hacerlo frente al mar.

"Mis hijos... La mejor compañía siempre", escribe Joaquín en redes sociales junto a una tierna estampa en la que uno de sus hijos descansa sobre su regazo mientras navegan a bordo de un lujoso barco por la bahía. 

Ataviado con un estilismo muy veraniego compuesto por camisa de lino blanca y sombrero de rafia para cubrirse del sol, Joaquín también ha aprovechado su estancia en Santander para disfrutar de la gastronomía local.

Joaquín Torres

Joaquín Torres, vacaciones familiares en Santander

Instagram @acerojoaquintorres

Joaquín mantiene un vínculo muy fuerte con sus dos hijos, algo que se hizo patente en el día de su boda con Raúl Prieto cuando Álvaro dio un discurso cargado de amor y tolerancia que provocó las lágrimas del arquitecto. "Quiero agradecer a su madre la ayuda incondicional para que mis hijos tengan una cabeza tan limpia y libre. Me volvió a dar una gran lección", declaraba Torres sin poder contener el orgullo y felicidad que le supone que sus hijos celebren su amor sin excusas. 

Eso sí, desconocemos si junto a ellos también se encuentra Raúl Prieto. Aunque el matrimonio es inseparable, la realidad es que el director de televisión no aparece en ninguna imagen, lo que nos llevaría a pensar que se encuentra en Madrid haciendo frente a sus compromisos profesionales después de su sonada salida de Mediaset. 

Joaquín Torres
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La máxima preocupación de Joaquín Torres durante sus vacaciones

Sin embargo, estos días de asueto con sus hijos, aunque necesarios, no le dejan olvidarse de la cruda realidad que vive desde hace meses. Su madre se encuentra muy delicada de salud, hasta el punto de que no pudo asistir a su boda con Raúl Prieto, una ausencia muy notable que le produjo un gran dolor. 

Para Joaquín, su progenitora es un pilar fundamental en su vida y aunque es consciente que tiene que prepararse para su partida no están siendo meses fáciles. "El tiempo no perdona, ella cada día se me va un poco... intento prepararme pero, honestamente, no imagino mi mundo sin ella, y mi pena por vivir lo que estoy viviendo es indescriptible", escribía recientemente.

Fue el delicado estado de salud de su madre lo que le impidió celebrar la luna de miel que les hubiera gustado tras la boda. Aunque su sueño era viajar a Japón y la Polinesia francesa, finalmente los recién casados se quedaron en España, concretamente gozaron de unos días inolvidables en Cádiz. Desde entonces, ambos retomaron sus compromisos en Madrid, ciudad en la que residen desde hace años y que también se ha convertido en el escenario de su historia de amor. 

Raúl Prieto y Joaquín Torres
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La historia de amor de Joaquín Torres y Raúl Prieto 

Las redes sociales se han convertido en un altavoz para el arquitecto, el mejor lugar desde donde gritar su amor incondicional a Raúl Prieto. Aquel joven de 13 años que vivía "acomplejado y repleto de miedo y vergüenza", ha dado paso a la FELICIDAD en mayúsculas, un sentimiento de plenitud que para Joaquín solo tiene un nombre, el del amor de su vida.

"Ni años de terapia ni nada ni nadie lo pudo cambiar, solo fue posible por él. Hoy mi mundo es mucho mejor. Te amo Raúl", escribía recientemente en una de sus múltiples declaraciones de amor públicas. Mucho más tímido y hermético con todo lo relativo a su vida privada, el sevillano se limitaba a responder con un firme "te quiero".