Como cada mañana, Joaquín Prat ha dado paso desde ‘El Programa de Ana Rosa’ al programa de Sonsoles Ónega. En la conexión que han hecho hoy para ceder el testigo a la presentadora de ‘Ya es mediodía’, ha sucedido algo que ella no esperaba. Su compañero le ha puesto en un aprieto ante el que ella ha tenido que responder. Joaquín Prat ha hecho referencia a las marcas en el rostro con las que ha aparecido hoy Sonsoles Ónega, y lejos de dejarlo pasar, le ha preguntado por lo que le ha sucedido en la cara. “¿Pero se notan?”, ha preguntado ella perpleja. Joaquín le ha dicho que un poco sí que se notan, aunque minutos antes se habían visto y el presentador ha dicho que entonces se le notaba mucho más.
Para que no surgieran dudas sobre qué le ha pasado a Sonsoles Ónega en la cara, ella ha tirado de la naturalidad que le caracteriza para responder a Joaquín Prat con total amabilidad y humor. La presentadora ha explicado a qué se deben esas marcas. La presentadora ha contado que esta mañana ha acudido a su fisioterapeuta, y al tener que estar tumbada boca abajo durante un tiempo, se le ha quedado la marca de la camilla en el rostro. Unas marcas que tardan unas horas en quitarse y que ni siquiera el maquillaje ha sido capaz de disimular por completo.
A Sonsoles Ónega esto no le ha preocupado en absoluto, porque tal y como le ha dicho a Joaquín Prat, seguro que a las 8 de la tarde, cuando comience ‘Ya son las ocho’, ya se le han ido al cien por cien. De esta forma, una vez más la presentadora ha resuelto un instante que podía haber sido muy incómodo de la mejor forma, con naturalidad y desparpajo. Esta tarde, cuando comience su nuevo programa, podremos comprobar si las marcas de su visita al fisioterapeuta ya han desaparecido.