Javier Santos, desencajado, relata el acoso que ha sufrido por su lucha por ser reconocido hijo de Julio Iglesias

Javier Santos ha sido el primer protagonista de '¿Quién es mi padre?', un programa dedicado a su lucha por ser reconocido hijo de Julio Iglesias que ya dura más de tres décadas. Fue su madre quién comenzó este pleito con el cantante y luego el propio Javier quién tomó las riendas. Pero no ha sido un camino fácil. Javier Santos sigue llorando y rompiéndose al hablar del camino que ha recorrido y que sigue recorriendo. La exposición mediática a la que se ha visto sometido desde muy joven le hicieron pasarlo realmente mal durante su adolescencia y, desencajado, lo ha recordado.

Javier Santos creció en un barrio humilde de Valencia y sufrió acoso en su propia piel después de que su madre decidiera interponer una demanda de paternidad a Julio Iglesias. El joven sufrió malos tratos e insultos por parte de sus compañeros de colegio, también palizas y pasó muchísimo miedo. "A mi madre la trataban como a una prostituta", ha recordado emocionado.

María Edite, su madre, luchó mucho para conseguir dinero y poder pagar el costoso proceso judicial para que su hijo fuese reconocido como hijo de Julio Iglesias, después de que este siempre lo negara y tampoco accediera a someterse a las pruebas de adn. Todo este proceso llevó a Javier Santos a ser muy popular en su colegio pero no para bien y fue el centro de durísimas burlas por parte de sus compañeros.

Javier Santos y Carlota Corredera en '¿Quién es mi padre?'.

"Me pegaban, me daban palizas, me robaban la moto o me pinchaban las ruedas, odiaba ir a clase, odiaba el recreo, para mí era muy desagradable ir a la cafetería a comerme un bocadillo, era un camino de collejas y de insultos, siempre pienso que si mi padre hubiese actuado de otra manera todo habría sido distinto", ha contado. En su colegio le llamaban con desprecio 'Julito' y 'Chabeli' y siempre le señalaron acusado de querer sacarle el dinero al famoso cantante.

Javier Santos sigue luchando para que Julio Iglesias le reconozca como su hijo.

Aunque en 1992 un juez de Valencia declaró que era hijo de Julio Iglesias, dos años después la Audiencia de Valencia revocó la sentencia. Julio Iglesias no se presentó en el Centro de Transfusiones de la Comunidad Valenciana porque había un fallo en la notificación de la cita. Desde ese momento la lucha ha continuado.

Santos logró una prueba de adn con la que trataron de demostrar esa filiación y un juez le dio la razón pero se la volvieron a quitar poco después al declararse la prueba nula. Ahora, el caso de Javier Santos y Julio Iglesias está en Estrasburgo después de que el valenciano, de 46 años, pusiera un recurso judicial. El tribunal tendrá que decidir si la justicia española le ha impedido conocer a su padre.

"Para mí la felicidad sería conocer a mi padre, lo importante son las respuestas, más que el apellido o la sentencia de cualquier juez", ha dicho Javier Santos a Carlota Corredera con dolor.