Javier Sánchez, hijo legítimo de Julio Iglesias, estalla contra la Fiscalía

El pasado mes de julio (valga la redundancia), Julio Iglesias se convirtió en padre por novena vez a los 75 años de edad. Tras años de batallas legales, un juez reconoció a Javier Sánchez Santos, un valenciano de 41 años, como hijo legítimo del famoso cantante.

Un mes después, la Fiscalía ha recurrido la sentencia sobre esta paternidad y el asunto se ha vuelto a complicar más de la cuenta. Por este motivo Javier, hijo del artista fruto de un affaire con la bailarina Edite Santos, ha estallado públicamente en redes sociales: "Qué vergüenza, el Estado español, que supuestamente debe proteger al más débil, se pone de parte del poderoso. De traca vamos. Nunca se ha visto nada igual en un país democrático europeo serio, es de una incongruencia total", ha comenzado escribiendo ante su asombro.

Tras años de lucha incansable contra la Justicia con un único claro objetivo, que Julio le reconociera como hijo, ahora se enfrenta a otro revés que le ha pillado por sorpresa.

"Mi padre lleva burlándose de la justicia 30 años, nunca se ha realizado las pruebas de ADN que resolverían el largo contencioso por esta paternidad injustamente negada, aporto yo una pruebas y la justicia española las rechaza. ¿De qué tiene miedo el Estado español?, ha continuado escribiendo con un notable cabreo.

La Fiscalía ha argumentado que su madre, Edite, actuó siempre en representación de su hijo y no en el suyo propio. "Lo que hoy dicen que es "cosas juzgada" es realmente cosa "mal juzgada", o mejor dicho "cosa injustamente juzgada".

Incluso, no ha dudado en atacar directamente al Tribunal Supremo: "El TS de entonces, no olvidemos, formado por jueves nombrados a dedo por José María Aznar (amigo personal de mi padre, recuerden, le acompañaba en los mítines) en una sentencia dictada con aberrante prevaricación, sin querer entrar en el fondo del asunto y con ello respetar mis derechos fundamentales que me corresponden constitucionalmente de conocer mis orígenes, anuló la primera sentencia que en los 90 me concedió la paternidad, aludiendo a que se produjo un "defecto de forma". Errores y más errores que han hecho sacar su lado más duro... Sea como fuere, esperamos que todo se resuelva lo antes posible.