Las palabras de Eugenia Martínez de Irujo en 'Planeta Calleja' sobre quien fue el segundo marido de su madre han sentado fatal en el entorno de Jesús Aguirre. Entre ellos, el periodista Jaime Peñafiel, especializado en casas reales y amigo íntimo del exsacerdote. Peñafiel ha hablado con el portal Look y para defender a su amigo no ha dudado en cargar duramente contra la duquesa de Montoro, Eugenia, hija menor de Cayetana y quien más unida estuvo a su madre de todos los hermanos.
Eugenia contó en el programa de Calleja algo que llevaba silenciando muchos años: no soportaba a Jesús Aguirre porque se portó con ella y con sus hermanos muy mal. "Cuando se casó con Aguirre fue pésimo para nosotros. Era muy culto, pero cero humano. Era muy malo", dijo Eugenia, que jamás entendió cómo su madre siempre lo defendía cada vez que ella se enfrentaba a su padrastro.
Peñafiel ha dicho de Eugenia que "es una ingrata". Para el periodista, "fue su padrastro y Eugenia bailó con él su primer Baile de Debutantes en el Palacio de Dueñas. Es injusto. Fue un buen consorte y puso orden en la casa. Lo que pasa es que esta chica ha perdido los papeles desde hace mucho tiempo". Reconoce Peñafiel, eso sí, que Aguirre fue un hombre con mucho carácter. "Era muy amigo mío. Era muy inteligente y simpático, pero también era muy caústico, duro y sibilino", ha dicho.
Cayetana de Alba había enviudado de Luis Martínez de Irujo, padre de sus seis hijos, en 1972. Seis años después, en marzo de 1978, contrajo matrimonio con Jesús Aguirre, ex sacerdote jesuita e hijo de madre soltera lo que fue todo un escándalo en la época. Once años más joven que la duquesa, Jesús Aguirre se dedicó a poner orden en todos los papeles y gestionar el impresionante patrimonio de la Casa de Alba. Aguirre falleció en 2001 a consecuencia de un cáncer de laringe, dejando a Cayetana desolada.
"Cayetana estaba muy enamorada de él y se puso el mundo por montera. Ella era consciente de que sus hijos no estaban de acuerdo con este matrimonio", ha dicho Peñafiel. Pero no fue el único que tuvo problemas con los hijos de la duquesa. Tampoco Alfonso Díez, su tercer marido, fue bien recibido por ellos, al menos, hasta que la duquesa no repartió la herencia en vida. "Ningún marido ha sido bien acogido por los hijos…Alfonso Diez tampoco. La llegada ha sido complicado para los dos esposos. Recuerdo que en su tiempo fue muy fuerte que se casara con un cura", recordó Peñafiel.