Han pasado dos años de la repentina muerte de Jaime Ostos y su familia está más distanciada que nunca. La pasada semana Jacobo Ostos y su madre, la neumóloga María Ángeles Grajal, concedieron una entrevista al programa '¡De Viernes!' (Telecinco, 22:00 horas). Mostraron las supuestas amenazas que el otro hijo del torero les habría enviado. La cosa no se va a quedar ahí. Este viernes es el otro hijo del torero, Jaime Jr., quien se sienta en el plató. No tiene intención de quedarse callado ante lo que considera que son disparates por parte de su hermanastro y la que era la actual mujer de su padre. "Esto no se va a quedar así, ten muchísimo cuidado", se escucha decir a Jaime Jr. en el anticipo emitido por la cadena.
Tanto Jaime Ostos Jr. como su hermana Gabriela están muy dolidos por las declaraciones que hicieron la pasada semana en '¡De Viernes!'. Fue tal su estupor que la propia hija mayor del torero se vio en la obligación de intervenir telefónicamente en el programa que presentan Santi Acosta y Bea Archidona. Después de que Jacobo Ostos les calificase de "buitres", Gabriela no pudo contenerse: "¡Estoy harta de escuchar insultos y amenazas por parte de mi hermano Jacobo! Todo esto lo habéis orquestado vosotros. Nosotros no estaríamos aquí sentados si no hubierais montado el circo que habéis montado".
La razón del enfrentamiento de la familia Ostos
Las herencias suelen ser motivo de enfados y tiranteces, incluso de enemistades de por vida. Si a eso se le añade que Jaime Ostos (padre) tuvo una azarosa vida sentimental y muchos conflictos con sus hijos, la cosa se complica. Para entender esta trifulca familiar hay que remontarse a 1960, año el que se casó con su primera mujer: Consuelo Alcalá. El matrimonio, que duró nueve años y tuvo dos hijos (Gabriela y Jaime), terminó protagonizando las páginas del papel cuché.
No solo por la separación en sí, sino porque años después Alcalá denunció públicamente en los platós de televisión y en su libro autobiográfico ‘La mujer del héroe’ que había sufrido malos tratos por parte de Ostos. Esto condicionó la relación con sus dos hijos, pero mucho más con la mayor. Estuvieron diez años sin hablarse tras varios desencuentros.
En 2003, Aurora Díaz Cano, otro de los romances del torero, le interpuso una demanda de paternidad. Quería que el torero reconociera a la hija que habían tenido: Gisela. Ante la negativa de hacerse las pruebas de ADN, fue la mayor de sus hijas la que se ofreció a ayudarla. Finalmente, el Juzgado de Primera Instancia número cinco de Móstoles resolvió que sí lo era, con todos los derechos que eso conlleva.
El cuarto de sus hijos llegó de su relación con su última mujer: María Ángeles Grajal. El pequeño Jacobo, deejay de profesión, sí mantenía una buena relación con su padre. No puede decir lo mismo de sus hermanos. Lo que más le duele es que, dos años después de su muerte, se le recuerde más por sus trifulcas y los líos por la herencia que por sus éxitos como torero.
"Se tendría que hablar de lo que hizo mi padre, no de la situación familiar", decía Jacobo en una entrevista en el programa de ‘Y ahora Sonsoles’ a finales de 2023. Reconocía en esa misma que, aunque la relación con el resto de hijos de su padre nunca fue idílica, los problemas llegaron a raíz de la herencia. "Cuando el dinero está en juego a la gente se le quita la careta. Esta historia viene de hace muchos años, ha habido una persona que ha intentado arreglar una familia y esa ha sido mi madre", añadía.
El detonante de la guerra familiar
Que la casa de Jaime Ostos se la dejase a Grajal, con quien convivía hasta su fallecimiento, ha sido el detonante de esta guerra familiar. Para quitarse problemas, la neumóloga decidió venderla por 650.000 euros para mudarse a un chalet en La Moraleja (Madrid) junto a su hijo. Por el resto de la herencia, en palabras de Jacobo, su padre solo contaba con una cuenta bancaria en la que recibía la pensión que le reclaman sus hermanos, además de los beneficios de la venta del inmueble.
Para hacerse con esta parte, fuentes cercanas a la doctora aseguran que la estrategia es dejar fuera a Jacobo de la herencia familiar, aunque tanto Jaime como Gabriela Ostos lo niegan. Sí confirman que quieren parte del dinero, algo a lo que se niega Grajal. Los presentadores del programa Beatriz Archidona y Santi Acosta deben tener mucha mano izquierda para lidiar en esta guerra que promete no tener fin.