La falta de comida, la exposición continua al sol y las condiciones extremas en las que viven los supervivientes hacen mella en su estado físico. Uno de los que más ha sufrido esta transformación ha sido Jaime Nava (40 años). Después de más de dos meses de concurso, el deportista se enfrentaba con temor al reflejo del espejo y lo que se ha encontrado frente a sí le ha dejado totalmente en shock.
"Soy otra persona", exclamaba sin poder dejar de mirarse. La realidad es que Jaime ha perdido toda la masa muscular con la que llegó a los Cayos Cochinos y, ademas, ahora luce el pelo mucho más largo y una barba frondosa cual náufrago. "¿Quién es este?", se preguntaba incrédulo.
Tras observarse con atención cada milímetro de su cuerpo, Jaime manifestaba su primera impresión: "No pensaba que había perdido tanto volumen. Estoy sin grasa... Me noto arrugado. Tengo barba, pero no está mal. El pelo tampoco me ha crecido tanto, tengo canas... pero no estoy tal mal".
Jaime Nava alucina con la cifra exacta de kilos que ha perdido
Cuando le preguntaban al superviviente por la cantidad de kilos que pensaba que había perdido, aseguraba que alrededor de unos 17, y no se ha alejado mucho. La organización del programa le informaba a través de un pergamino que la cifra exacta era 18,3 kg, una suma importante con la que se convierte en el concursante que más peso ha perdido de la edición por encima de Ginés Corregüela por solo 100 gramos.
"Estoy en 92 o 93 kilos", alucinaba volviéndose a mirar en el espejo. "No he pesado eso desde los 12 años. ¡Es increíble!", aseguraba.
El efusivo reencuentro entre Jaime Nava y Elena Rodríguez en el plató de 'Supervivientes'
Jaime Nava ya está en España. El que fuera primer expulsado de la edición y después se convirtiera en el dueño de la Playa de los Olvidados pisaba el plató de 'Supervivientes' y sorprendía con un efusivo abrazo a Elena Rodríguez, madre de Adara.
Jaime y Elena compartieron tiempo en el avión de vuelta a casa, 10 horas de vuelo en las que, a juzgar por las imágenes, hicieron muy buenas migas. "Adara es una persona con la que he tenido muchos conflictos, pero no sabía por dónde pillarla. Había veces que era sarcasmo e ironía pura", confesaba el deportista sobre su compañera.
"Soy una tumba y he tenido que hacer voto de silencio pero es verdad que hemos tenido conversaciones muy bonitas. Es una gran persona", respondía Elena con una enorme sonrisa.