Isabel Preysler y Miguel Boyer: de la gran polémica por la mansión al supuesto intento de suicidio

La pareja comenzó su romance durante la primera mitad de los años ochenta, mientras la socialité seguía oficialmente casada con Carlos Falcó, marqués de Griñón

Álex Ander
Álex Ander

Periodista especializado en corazón y crónica social

Isabel Preysler, junto a Miguel Boyer y su hija Ana
Gtres

Isabel Preysler (73 años) le ha cogido gusto a aparecer en televisión. Su último 'cameo' se produjo hace unas semanas, en el programa de reformas de casas de famosos 'Los Iglesias. Hermanos a la obra', conducido por sus hijos Chábeli y Julio Iglesias Jr. Los hermanísimos acudieron a su casa de Puerta de Hierro para restaurar los muebles de bambú asiático y teca del jardín, que estaban en mal estado al llevar varias décadas expuestos a las inclemencias meteorológicas. Los guionistas de turno aprovecharon la ocasión para recordar que la reina del baldosín vive en esa mansión de dos mil metros cuadrados desde hace más de tres décadas, cuando la construyó con su tercer marido Miguel Boyer.

Dicen que la socialité filipina quedó encandilada con el político socialista en el verano de 1982, meses antes de que este fuese nombrado ministro de Economía y Hacienda por Felipe González. Sin embargo, parece que la chispa entre ambos surgió tres años después, en uno de aquellos almuerzos-tertulia que la dama peruana Mona Jiménez organizaba en su casa con periodistas y políticos de distinto signo. "La Preysler quedó impresionada por la profundidad de Boyer, que hablaba del índice Dow Jones de la bolsa neoyorquina con la misma soltura que un taxista de Butragueño", escribió un cronista de la época. "Luego coincidieron en la entrega de los Premios Naranja y Limón, donde los catalogaron a los dos de ácidos, y empezaron a mirarse con buenos ojos".

Sea como fuere, es público y notorio que Isabel comenzó su romance con Boyer mientras todavía seguía oficialmente casada con Carlos Falcó, marqués de Griñón, del que se separó de hecho en julio de 1985. Y se da por hecho que Boyer dejó aquel mismo año su cargo público por la empresa privada, principalmente, porque con un sueldo de ministro no podía estar a la altura de Isabel. "No es cierto que Miguel Boyer sea el causante de mi ruptura con Carlos, y por supuesto es una tontería pensar que ha dimitido de su cargo por mí", se defendió ella, una mujer sin estudios superiores ni carrera profesional cualificada que, sin embargo, ya entonces cobraba anualmente una millonada por ejercer de imagen de la conocida firma Porcelanosa.

Isabel Preysler y Miguel Boyer
Gtres

Boyer y ella se casaron en enero de 1988, en una ceremonia celebrada en la intimidad por deseo expreso del novio, y en abril de 1989 dieron la bienvenida a su hija Ana, el miembro de la saga Preysler con menos recorrido en el mundo mediático. Desde ese momento, la vida de la llamada reina de corazones comenzó a ser mucho más discreta. Bastante antes de que su noviazgo con el político se hiciese público, Isabel dejó de frecuentar a sus amigas de la jet y se acercó al círculo íntimo del susodicho, un hombre serio que la ayudó a culturizarse un poco y casi nunca participó activamente en los reportajes que protagonizaba su mujer.

Una esposa entregada

Según Paloma Barrientos en su libro 'Reina de corazones', cuando Boyer entraba en la casa, Isabel dejaba de ser "la inquisidora que agobia al servicio con sus órdenes" para convertirse "en el descanso del guerrero", en una especie de geisha que se desvivía para que el hombre que compartía su vida olvidase sus problemas y se sintiese transportado al séptimo cielo. "Este es el secreto de Isabel Preysler, su verdadera arma de mujer, conseguir que el hombre que esté a su lado se crea el rey del universo".

En diciembre de 1989, los dos se llevaron un disgusto enorme cuando se corrió la voz de que Boyer se había intentado suicidar tomándose un tubo de pastillas, supuestamente porque su mujer le había dejado. Pronto se descubriría que aquello era una intoxicación, pero nunca salió a la luz pública quién era la mano negra que manejaba los hilos de semejante rumor. 

"Ellos, aunque la bella consorte siempre lo ha negado, pasaron una crisis conyugal cuyo momento álgido coincidió con la campaña de acoso y derribo de don Miguel Boyer, pero que se había iniciado el verano anterior, cuando se especuló con la posibilidad de que Isabel hubiera encontrado recambio en la persona del escritor Mario Vargas Llosa", comentó su biógrafa. "Esta supuesta historia de amor comenzó cuando Isabel Preysler ejercía de reportera y eligió al que en 2010 sería premio Nobel de Literatura como personaje para sus peculiares entrevistas".

Isabel Preysler
RTVE

Un duro final para Miguel Boyer

A la pareja también la pusieron a parir cuando, allá por finales de 1992, en plena crisis económica, Isabel inauguró su mansión con una exclusiva en ¡Hola!, que le dedicó al asunto un reportaje de 32 páginas. "Boyer estuvo enfrentado a cara de perro con Alfonso Guerra, que le acusaba de haber perdido la esencia socialista al formar parte del colorín a través de lo que se denominó la beautiful people", recordó Barrientos. "Guerra consideraba que no se podía ser socialista y vivir en una mansión con trece cuartos de baño y mucho menos una caseta con calefacción para la mascota".

Pese a todo, los días del matrimonio transcurrieron de manera relativamente apacible hasta que, en febrero de 2012, Boyer fue ingresado a causa de un ictus en el hospital Ruber, donde permaneció un par de meses. A raíz de este episodio, Isabel organizó en casa una especie de hospital de campaña para que su marido estuviera atendido en todo momento. Por desgracia, Boyer nunca se recuperó del todo y en septiembre de 2014 falleció debido a una embolia pulmonar.

Fue ocho meses después de su muerte cuando se hizo oficial la relación entre Isabel y Vargas Llosa, quienes ya llevaban una temporada intercambiando arrumacos. Los comentarios maledicentes no se hicieron esperar, aunque la socialité se adelantó a algunos de ellos declarando en una de sus exclusivas que ella se sintió viuda el mismo día que el exministro sufrió un derrame cerebral.