La boda de Tamara Falcó (41 años) e Íñigo Onieva (34 años) ha dado mucho de sí. Tanto los meses previos como los días de celebraciones, han dado muchísimo que hablar por diferentes cuestiones. En todo este tiempo, además de los de los novios, han sido varios los nombres que han salido a la luz con respecto a este enlace. Uno de ellos, el de Isabel Preysler (72 años). Su opinión sobre Íñigo Onieva, su relación con su consuegra Carolina Molas, el look elegido para el enlace de su hija… Cuestiones que, de alguna forma, también le han puesto a ella en el foco de la noticia.
Ahora que Tamara Falcó e Íñigo Onieva ya son marido y mujer y la resaca emocional del enlace va pasando, es el momento de analizar algunos de los aspectos de la boda más sonada de los últimos tiempos y de todo lo que ha rodeado al evento. Entre ellos, la actitud de Isabel Preysler. Porque con el comportamiento que ha tenido antes, durante y después de la boda de su hija y su yerno, ha habido un cambio de actitud de lo más significativo con el que su postura ha quedado clara.
Isabel Preysler estuvo el sábado en la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva, un momento que vivió con nervios y buena actitud. Así lo dejó ver a su llegada a El Rincón, cuando bajó la ventanilla del coche para atender unos segundos a la prensa y comentar las ganas que tenía de que llegara el momento. Pero nada más. Hay muchos gestos en los últimos días que demuestran que esta vez, la reina de corazones ha preferido ejercer de madre y quedarse en un segundo plano al que no siempre acostumbra.
Isabel Preysler: de reina de corazones a madre de la novia
Isabel Preysler sabe bien que cada vez que hace aparición en un evento o que cada vez que hay una noticia relacionada con ella o con sus hijos, ella genera muchísima expectación. Con la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva, bien podría haber aprovechado esa popularidad para elevar más si cabe su imagen y compartir cierto protagonismo con su hija y su yerno. Pero ha cambiado de actitud y la postura que ha llevado a cabo ha sido la contraria. Repasamos los aspectos que así lo demuestran.
Isabel Preysler, gran ausente de la preboda y postboda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva
Por un lado, en la preboda y en la postboda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva, no hubo ni rastro de Isabel Preysler. En los eventos celebrados el viernes y el domingo en el hotel Ritz de Madrid, la madre de la novia se convirtió en la gran ausente. El padre de Íñigo Onieva, los hermanos de los novios, familiares y amigos, sí que asistieron a estas celebraciones previa y posterior al enlace del sábado. Pero Isabel prefirió quedarse en Villa Meona y no hacer ruido ni el día antes ni el día después de la boda. De haber ido, su look y sus palabras hubieran generado mucha expectación y podrían haber eclipsado de algún modo a la marquesa de Griñón y al marqués consorte. Algo que habrían preferido que no sucediera.
La postura de Isabel Preysler ante las polémicas previas a la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva
Esta actitud de madre de la novia dejando a un lado el rol de reina de corazones, ya quedó clara las semanas previas al enlace. Isabel Preysler no quiso entrar en las polémicas que rodeaban a la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva y se limitó a estar al lado de su hija en la intimidad. Abriéndole las puertas de su casa para que pasara allí los últimos días antes de casarse, o acompañándola a Nueva York para las últimas pruebas del vestido de novia, se convirtió en el apoyo incondicional de Tamara pero de nuevo sin hacer ruido.
Incluso cuando vio la luz la noticia del ingreso hospitalario de su ex Mario Vargas Llosa tan solo unos días antes de la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva, Isabel prefirió mantenerse completamente al margen para no dar más bombo a ciertas situaciones incómodas.
¿Qué hace Isabel Preysler tras la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva?
Una vez que ha pasado la boda, tampoco se ha pronunciado. Isabel Preysler se encuentra en Villa Meona, donde está disfrutando de la compañía de sus hijos. Además de Tamara Falcó y Ana Boyer, con las que convive y a las que ve habitualmente, Chábeli y Julio José Iglesias se encuentran en Madrid. Ahora, su madre tiene oportunidad de disfrutar de ellos en su exclusiva propiedad y por el momento no ha salido de allí ni ha hecho aparición para comentar nada de lo relacionado con la boda de su hija e Íñigo Onieva.