La relación entre Isabel Pantoja y su madre ha sido criticada en muchas ocasiones por la excesiva protección que siempre ha mostrado doña Ana, quien no se ha separado de su hija en ningún momento hasta que su salud se lo permitió. Lejos de aceptar esa extrema tutela, la artista ha defendido con uñas y dientes a la mujer de su vida y siempre han sido inseparables.
De bailarina a esposa y de esposa a madre, así se podría definir la vida de doña Ana. Los que la conocen, comentan que fue ella quien luchó de manera incansable para que su hija triunfase. Jamás ha concedido una entrevista por lo que nunca sabremos realmente qué hay de cierto en esa historia.
Este 3 de diciembre, Isabel Pantoja nos sorprendía con un tierno y emotivo recuerdo de madre e hija en la que una joven cantante mira a su madre con orgullo mientras esta le besa la mano con cariño. Además, ha acompañado la instantánea con unas conmovedoras palabras que resumen lo que significa su madre: "Ella es la presencia que solo se intuye pero que siempre ha estado. Es el seno que reconforta y el refugio que sostiene. Guerrera de muchas batallas y sanadora de mil heridas. Siempre en la sombra siendo luz de tantos... Es mi madre. Te adoro".
La última vez que se dejó ver públicamente fue con motivo de la reaparición de su hija sobre los escenarios en el Casino de Aranjuez, en noviembre de 2016. Hay que recordar que la salud de doña Ana, de 88 años, se ha resentido en los últimos años, tanto que hace apenas unos meses sufrió dos ictus que la tuvieron hospitalizada varias semanas y que hizo a su familia ponerse en lo peor, pero afortunadamente todo salió bien y ahora, mantiene una vida tranquila en Cantora rodeada de sus hijos.