Ayer a primera hora de la mañana saltaba la noticia: Isabel Pantoja salía de la cárcel de mujeres de Alcalá de Guadaira en su segundo permiso penitenciario. No hubo sonrisas, ni signo de la victoria ni palabras a los periodistas como la otra vez. Ni siquiera hubo amago de facilitar la foto. Isabel salió con semblante serio, entró en el coche y partió rumbo a 'Cantora' donde pasará los próximos 6 días.
La siguiente duda era cuándo acudiría a la finca su hija pequeña, Isa, con la que tiene algunas cuentas pendientes, aparte de tener varios frentes abiertos en el seno de su propia familia que la cantante querría poner en orden durante estos días de permiso.
Isa no ha tardado nada en viajar hasta la finca para reencontrarse finalmente con su madre y llegaba ayer por la tarde con su hijo, Alberto. Un reencuentro muy esperado por parte de la joven, que no ha dudado en reconocer en las últimas entrevistas que ha dado que se sintió un poco decepcionada al saber que su madre tuvo un permiso hace dos meses y no la llamó para animarla mientras participaba en 'Supervivientes', además de afirmar que nunca se ha sentido una más en el clan Pantoja.
Madre e hija tiene muchas cosas de las que hablar. No solo entre ellas, sino también con el resto de la familia. Junto a Isa, acompañan a Isabel su hijo mayor Kiko (que ha perdido su lugar en los medios desplazado por su hermana, que ha acaparado toda la atención), su sobrina Anabel (que tendrá que rendir cuentas sobre su polémico 'Sálvame Deluxe' en el que provocó la airada entrada de Dulce, la niñera de Isa y ahora de Alberto Jr) y el 'tito Agustín'.
Quizá el semblante serio de Isabel no se debía solo a los rumores que han rodeado su estancia en la prisión que la acusan de tener un trato de favor por parte de las Instituciones Penitenciarias, sino también a la tensa conversación con sus más allegados que se estaría gestando en su cabeza.
Isabel celebrará, como deseaba, su 59 cumpleaños en 'Cantora' con los suyos. Esperemos que para entonces, todas las rencillas estén solucionadas.