Después de muchos años en silencio, Isa Pantoja ha decidido contar al fin qué pasó realmente la noche en la que Cantora se convirtió para ella en el peor de los infiernos. Tenía solo 16 años cuando tras haber sido castigada y aislada por su madre para evitar que siguiera viendo a un chico con el que mantenía ya relaciones, Isabel Pantoja descubrió que escondía un teléfono móvil con el que había logrado contactar con él. Isa ha verbalizado al fin en ‘¡De viernes!’, rota y entre lágrimas, el terrorífico episodio de la manguera .
¿Qué ocurre antes de aquella noche fatídica?
Yo había conocido a un chico en Madrid. Se lo conté a mi hermano y me permitió verle una primera vez un rato a solas en su casa. Cuando quise volver a quedar, mi hermano invitó a mi madre. Cuando le presenté el chico como mi novio, mi madre me prohibió verle más, me castigó y me quitó el móvil.
Pero volviste a verlo.
Sí, mis amigas me dejaban sus teléfonos. Conseguí que viniera un día a Cantora cuando mi madre tenía concierto y luego, cuando nació mi sobrino, en Sevilla, un amigo me había dejado un teléfono y le vi en casa de mi hermano sin su permiso. Ese fue mi error.
¿Qué ocurrió?
Mi hermano le contó a mi madre que había estado en su casa con el chico sin su autorización. Era diciembre y recuerdo estar en el salón de Cantora y ver a mi madre venir hacia mí enfadada. Yo le pedí perdón, no sabía qué decir. Pero luego vi que su cabreo era por el teléfono, porque sabía que yo tenía un teléfono. Me preguntó y le dije que no tenía ningún teléfono. Me lo había puesto dentro de la bota.
¿Quién había allí?
Estaba mi tío y una amiga de mi madre. Ella empezó a zarandearme y como yo seguía negándolo, le pidió a su amiga que le trajera unas tijeras de la cocina. Yo pensaba que no me iba a cortar el pelo, pero de repente la vi capaz, con tanta rabia. Salí del salón, corrí y me intenté apartar en el vestíbulo, pero ella me arrinconó y me cogió la cara agarrándome con fuerza
¿Te resististe?
Sí, hasta que paré porque pensé que con las tijeras podía pasar algo grave. Me cortó el pelo muy corto y ahí fue cuando me dijo algo de lo que no puedo hablar.... [se rompe]. Me dijo: “Te voy a devolver a Perú”. Entonces me fui corriendo a mi habitación, me encerré en el baño y grité: “Me quiero morir”.
¿Intentaste suicidarte como contó tu hermano?
No, eso es mentira. No intento suicidarme en ningún momento.
Y entonces fue cuando llegó tu hermano.
Creo que mi madre le llamó. Llegó muy alterado. Abrí la puerta y me pegó una bofetada. Me preguntaba por el teléfono y mientras lo buscaba en la habitación bajé corriendo las escaleras. Allí vi que estaban mi madre y mi tío, con Manuel [hijo de Raquel Bollo] y un amigo de mi hermano. Escuché los pasos de mi hermano tras de mí y salí al patio, quería huir, y contarle a alguien lo que estaba pasando. Tenía miedo…
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