Desde que fue madre hace cosa de tres semanas, Irina Shayk había estado alimentando sus redes sociales con fotografías sacadas de sesiones de fotos pasadas, cuando aún ni estaba embarazada. De hecho, durante la gestación, conocer su estado era todo un misterio. Ahora nos ha sorprendido mostrando un post parto que nada tiene que ver con los que estamos acostumbrados: luciendo tipazo sobre una colchoneta, mientras se relaja en la piscina.
La rusa, para que no quepa duda de que no estamos ante un retrato antiguo, etiqueta la foto con un esclarecedor #currentsituation, vamos, que ese es su estado actual. Si desfiló para Victoria’s Secret sin que se le notara nada su embarazo, debíamos haber imaginado que el post parto iba a ser igual. Pero nosotros, ingenuos, continuamos sorprendiéndonos, aunque sea la modelo número un millón que abandona los kilos ganados en el embarazo en dos parpadeos.
Shayk podría haberse marcado un posado con unos leggings, una camiseta y cara de cansada, pero no, ha preferido optar por el recochineo. Incluso hasta con las que ni hemos estado embarazadas. No te lo perdonaré jamás, Irina, jamás.
La top deja a todos estupefactos, especialmente a sus seguidores que no dan crédito a la recuperación que ha tenido su ídolo a la mismísima velocidad de la luz. De hecho, los hay que, perdidos, se preguntan “¿no acababa de tener un bebé?”. A ellos les contestamos: sí, queridos, pero Irina no parece de este mundo. A ver si los de la NASA se ponen las pilas y localizan el planeta del que provienen todas estas modelos capaces de aniquilar los kilos en segundos. Sería el descubrimiento del siglo.