Dijeron que Irina jamás congenió con la familia de Cristiano. La rusa jamás se adaptó a Maria Dolores, su exsuegra, y ni ella se adaptó a la modelo. Pero han llegado tiempos mejores, en los que entenderse con la familia política no solo es algo fácil, sino que resulta todo un placer. Eso es lo que se extrae tras ver a Shayk de compras con Gloria Campano, la madre de su nueva pareja, Bradley Cooper.
Han sido vistas juntas por las calles de Nueva York, paseando al perro de los Cooper y charlando animadamente. Toda la química que no tenía con los portugueses parece derrocharla con los estadounidenses, quizás con un estilo de vida más parecido al suyo.
Estas nuevas suegra y nuera han dado un paso más en su relación familiar y ya hasta quedan juntas para pasar el día entre recados y caricias a la mascota familiar.
La relación entre Irina y Bradley se ha afianzado en los meses de verano. La pareja pasó unas semanas en Londres mientras él representaba ‘El hombre elefante’ en el teatro, y ella compaginaba sus compromisos como modelo. Tras el trabajo llegaron las merecidas vacaciones. La pareja se marchó a Italia a disfrutar de unos días alejados de la exposición mediática y ahí fue cuando vimos su primer beso (obviamente no era el primero para ellos, pero si para el los veía). Disfrutaron del mar y la playa, y ya con las pilas cargadas, regresaron a la Gran Manzana, dispuestos a comerse septiembre y todo lo que les depare su relación, incluida una salida a solas con la ‘suegri’.
Shayk y Cooper comenzaron su relación a principios de año, cuando fueron vistos compartiendo risas en una obra de Broadway. Tras esa cita, y ya en la cena de los corresponsales, la pareja comenzó a dejarse ver juntos en público. Y lo demás, como se suele decir, es historia.