La noticia caía como un jarro de agua fría entre su círculo íntimo. Irene Villa y Juan Pablo Lauro decidían poner fin a su matrimonio, después de siete años de unión, en los que habían nacido lo más valioso de sus vidas, sus tres hijos. Aunque su divorcio se ha desarrollado en términos amistosos, el impacto de este tipo de experiencias son de las que vuelven del revés la vida de sus protagonistas y, de rebote, la de los pequeños. Por eso, su máximo esfuerzo ha sido el de protegerles de cualquier tensión y, por las palabras de la periodista, lo han conseguido.
Desde que su relación la marca el régimen de custodia compartida, la relación de Irene y sus hijos tiene un sabor intenso, pero también de una dulzura y felicidad inesperada. Así lo explicaba en un reciente acto público: "Los peques están felices de la vida. Hoy estoy muy contenta porque he estado con ellos jugando. El tiempo con los hijos se valora un montón cuando tienes custodia compartida".
Si bien, durante la semana que no están con ella, no puede más que echarlos de menos, Villa ha redescubierto una libertad de movimientos que no había tenido en cuenta que le iba a ir tan bien. "Soy más libre para trabajar durante la semana que no los tengo, porque estoy trabajando y viajando un montón, compitiendo, entrenando...", confiesa.
Este último fin de semana, se ha convertido en un recuerdo para enmarcar para los cuatro. Irene se los ha llevado con ella a la importante competición para la que se ha estado preparando a conciencia, y no podían estar más entusiasmado. Lejos de la medalla de plata que se ha llevado de la Copa de España de esquí alpino, el mayor premio para ella ha sido compartirlo con ellos. "Ver la cara de mis hijos, que se llevaron al día siguiente la medalla al cole, la verdad es que es la leche", reconocía emocionada.
La separación de Irene Villa y Juan Pablo Lauro ha sido ejemplar, y la clave para que haya sido así de "fácil" de nuevo son sus hijos: "Ha sido todo muy fácil y, gracias a toda la familia, los niños están felices. Eso es lo único que nos ha importado siempre. Al final, todo lo haces por tus hijos y todo lo demás se relativiza muchísimo. Me siento muy afortunada".