No son buenos tiempos para la familia formada por Kiko Rivera e Irene Rosales. O sí, teniendo en cuenta el enorme susto que han vivido y el buen progreso en el que se encuentran. El hijo de Isabel Pantoja vivía un duro revés el pasado 20 de octubre cuando tenía que ser ingresado de urgencia por un principio de ictus. Tras cuatro días en el hospital, Kiko recibía el alta para continuar la recuperación en su casa. Un duro mazazo frente al que la familia al completo saca fuerzas de donde no las hay. Irene Rosales se animaba incluso a celebrar Halloween y decorar la casa de una forma espectacular. Todo para que sus pequeñas lo pasen en grande.
Irene Rosales sabe lo que es reponerse a los reveses de la vida. La excolaboradora de televisión no es la primera vez que se enfrenta a un duro golpe -acumula ya muchos, de hecho- y logra salir fortalecida. Rosales se mantenía al lado de su marido en todo momento durante las horas siguiente a que Kiko Rivera ingresase en el hospital tras sufrir un ictus. La incertidumbre, el miedo, todo vencía para ir comunicándose con su círculo más íntimo para narrarles lo ocurrido. Desde entonces, no se han separado. Rivera se recupera ya en casa junto a su familia y parece que el camino va progresando favorablemente.
En una noche tan especial como la de Halloween, Irene se arremangaba para celebrar una de las fechas que más disfrutan los pequeños de la casa. A través de su cuenta de instagram, mostraba la espectacular y terrorífica decoración con la que han amenizado el 31 de octubre en Castilleja de la cuesta. Es ya casi una tradición que Irene Rosales nos enseñe cómo lo han pasado en Halloween aunque este año, claro, todo cobra un mayor significado. Seguro que Kiko ha disfrutado al ver a sus hijas como si nada hubiese pasado. Todo un chute de energía que la pareja necesita y agradece.
Distanciado de su madre, Isabel Pantoja
No ha servido, eso sí, este revés que le había deparado la vida para reencontrarse con su madre. Kiko Rivera mantenía una conversación por videoconferencia con Isabel Pantoja durante su estancia en el hospital pero prefería que todo fuese con más calma. Así lo contaba Irene Rosales en sus entradas y salidas del centro. Demasiadas emociones no eran buenas para su estado, explicaba la mujer de Kiko Rivera. ¿Darán el paso ahora que ya están en casa? No parece que vaya a ocurrir.
“Lo que me ha transmitido Irene es que las visitas mías o de mi madre es que él se altera mucho y que mejor no alterarle. Hay que esperar hasta que él salga. Por prudencia una no sabe qué hacer”, expresaba Isa Pantoja pocos días después del ictus de su hermano Kiko. La hija de Isabel Pantoja dejaba ver su malestar por no haber podido acudir a visitarle al hospital. “No le iba a alterar, era simplemente darle un abrazo. Yo también tengo un hijo y a mí me duele mi madre. No voy a permitir que se la cuestione, lo está pasando supermal porque ella quiere ir y ha sido un poco información por aquí, información por allá…”.