Desde que Isabel Pantoja volvió de Honduras, la actitud que está demostrando Irene Rosales con su familia política es toda una declaración de intenciones. Su 'plantón' en la reunión que la tonadillera organizó con sus hijos y con su círculo más cercano nada más llegar a España, no ha pasado desapercibido, y ha despertado recelos y suspicacias sobre lo que estaría pasando entre ella y Kiko Rivera entre las cuatro paredes de su hogar. Porque el matrimonio idílico, el papel de equipo perfecto que se han empeñado en mostrar en público desde que el hijo de la tonadillera abrazara una vida tranquila, saludable y alejado de polémicas, puede que no lo sea tanto de puertas para dentro.
La exconcursante de 'GH DÚO' acabó acudiendo a Cantora este pasado fin de semana, pero justificó su tardanza a la hora de unirse a su suegra, su marido y el resto del clan a una "cita en el dentista" que no podía aplazar, tal como informaban en 'El programa del verano'. La preguntaba estaba en el aire: después de diez semanas de ausencia de Pantoja, ¿no pudo cambiarla de día para estar con ellos todo el reencuentro?
Con este gesto, Irene toma claramente partido respecto a la familia de su marido y, por extensión, supone también ponerle en un compromiso. Y es que existen pocas situaciones tan claras como esta para notar la presión que estaría ejerciendo sobre el dj. Parece evidente que Rosales está dejando la pelota sobre el tejado de Kiko. Y esa pelota lleva un nombre escrito: Isa Pantoja.
La nuera de Isabel Pantoja no olvida las controvertidas declaraciones que Isa P. hizo en exclusiva para Lecturas mientras su hermano estaba encerrado en Guadalix, y ni siquiera la saludó en el plató de 'Supervivientes'. La joven Pantoja contaba detalles de la pesadilla que vieron mientras el finalista de 'GH DÚO' estaba metido en el abismo de las drogas. Y ni la pena de Isabel por la brecha que mantiene distanciados a sus hijos ni sus ganas por suavizar la situación entre ellos después de haber estado en la isla, han hecho ceder a Irene, que se unió tarde a la reunión en Cantora para evitar cruzarse con su cuñada.
La cuestión ahora es cuánto durará esta situación: ¿Arrastrará Irene a Kiko, poniéndole entre la espada y la pared por su conflicto con Isa, aunque esto suponga una escalada de tensión entre el dj y su madre? ¿O acabará poniendo paz la tonadillera entre sus sus hijos y la mujer de Kiko?