"Nerviosa", así reconocía sentirse Irene Rosales nada más empezar el programa de este sábado. La sevillana confesaba que después del aluvión de información referente a la polémica herencia de Paquirri tanto ella como su marido, Kiko Rivera, habían decidido mantenerse al margen de todo y no ver la televisión.
Impotente ante el malestar que arrastra el Dj desde hace semanas, la joven le reconocía a Sandra Barneda no saber qué más hacer para que el padre de sus hijas remontara anímicamente y, sin esperarlo, salía en defensa de Isabel Pantoja.
Después de las duras declaraciones de Teresa Rivera en la segunda parte de 'Cantora: la herencia envenenada', Irene Rosales se posicionaba, para sorpresa de todos, al lado de Isabel Pantoja. "A mí también me duele que todo lo que se hable de mi suegra, la abuela de mis hijas, sea negativo", admitía. Y es que ella no tiene nada que reprocharle a la artista: "Yo sé cómo a mí me ha tratado y como yo la he tratado a ella y con eso que voy a quedar", sentenciaba.
Por si esto fuera poco, la colaboradora de 'Viva la vida' ha reconocido que ella jamás ha sido testigo de una mala palabra de Isabel Pantoja hacia la familia Rivera: "Mi suegra jamás me ha hablado mal de esa familia. Todo lo contrario, me contaba anécdotas bonitas de cuando Paco (Paquirri) estaba vivo".
¿Existe la posibilidad de una reconciliación entre madre e hijo?
Irene Rosales se ha mostrado muy sincera y es que tal es el dolor que siente Kiko Rivera por todo lo que poco a poco va descubriendo que ve complicado una reconciliación a corto plazo entre madre e hijo: "Yo no soy quien para decirlo pero esto no es una discusión cualquiera, va más allá, y una llamada no puede solucionarlo". Estas palabras secundan las declaraciones que el Dj daba a través de una conexión en directo de Instagram: "Me alejo de lo que no me compensa y no me hace sentir bien".