El pasado mes de julio, Irene Rosales abandonaba su puesto en 'Viva la vida' para poner en orden su vida personal y alejarse de los medios de comunicación durante una temporada. A lo largo de estos cuatro meses, la mujer de Kiko Rivera se ha mantenido al margen de las polémicas familiares pero ha sido este fin de semana cuando harta de mentiras y especulaciones ha reaparecido en el programa presentado por Emma García.
El tema a tratar ha sido su boda con Kiko Rivera y un supuesto engaño del Dj a su mujer hace ya cinco años. Muy enfadada, Irene Rosales negaba la mayor. Lejos de lo que todos pensábamos, la pareja no contrajo matrimonio aquel día sino tres años más tarde en el registro civil de Castilleja de la Cuesta (Sevilla). "Estoy cansada de que culpen a mi marido de absolutamente todo. No voy a permitir que le dejen mal", estallaba dando la cara por Kiko.
Irene ha aclarado punto por punto qué fue lo que pasó con su boda 'ficticia' y ha dejado claro que en todo momento fue consciente de la situación: "El problema que tuvimos fue que nosotros nos íbamos a casar el mismo día de la boda pero se nos extraviaron unos papeles (...) Tuve que ir posponiendo la fecha porque mi padre estaba muy muy malo. En aquel momento se me olvidó por completo el tema de la boda porque yo estaba preocupada por mi padre y, además, para mi yo ya estaba casada. Después me quedé embarazada de Carlota... No me acuerdo ni el día que firmé en el juzgado porque para mí el día de mi boda fue el 7 de octubre de 2016", recordaba visiblemente molesta con lo que se ha querido dar a entender.
El único motivo por el que la sevillana ha querido dar todas las explicaciones pertinentes es "porque no quiero que se deje a mi marido mal. Ni a mi Kiko me ha engañado, ni hemos vendido una mentira. Se da a entender que yo soy tonta y no me entero de nada y puedo ser muchas cosas pero tonta no soy".
Sea como fuere lo que es una realidad es que Kiko Rivera e Irene Rosales son marido y mujer, y a pesar de los rumores de distanciamiento que revuelan a su alrededor se muestran más unidos que nunca. "Estamos muy bien, muy calmados y tranquilos. Compartiendo mucho tiempo con las peques que hacía falta y nosotros dos que se agradece".