Irene Rosales, aterrada tras recibir cartas anónimas en su casa: "Esto roza el acoso"

Harta de la situación, Irene Rosales ha contado, por primera vez, que desde hace meses recibe cartas anónimas con el único objetivo de hacerles daño

Irene Rosales

Desde que saltara por los aires la guerra entre Kiko Rivera e Isabel Pantoja, Irene Rosales se ha convertido en el centro de las críticas, tanto que se le acusa de ser la culpable del distanciamiento entre madre e hijo. No es la primera vez que la colaboradora de 'Viva la vida' hace público la cantidad de ataques y comentarios de mal gusto que recibe a diario a través de las redes sociales pero la cosa ha ido más allá y la sevillana no ha dudado en compartirlo.

"Recibo insultos, me nombran a mis padres y ahí no puedo más", contaba Irene Rosales con rabia a través de Instagram. "Lo que nunca os he contado es que recibo 3 o 4 cartas anónimas a la semana donde lo más bonito que nos dicen es que somos malas personas. Esto no es normal y roza el acoso", manifestaba harta de tener que lidiar con esta situación.

Inmediatamente, sus seguidores le han animado a denunciar: "No puedo denunciarlo porque viene sin nombre. Ponen mi nombre o el nombre de mi marido y nuestra dirección", explicaba dejando entrever que está atada de pies y manos pero que no piensa dejar en el aire esta situación tan desagradable.

Irene Rosales

Irene Rosales estalla contra los haters

Instagram @irenerova24

Hace solo unas semanas, Irene Rosales rompía a llorar en el plató de 'Viva la vida' a consecuencia de estos ataques. La joven admitía que ella puede entender que a la gente no le guste como es o como se viste pero de ahí a desearle la muerte no: "Que me digan HDP, que la muerte de mis padres me la merecía... ¡NO LO VOY A TOLERAR!", sentenciaba. "Me han tocado bastante las narices. Acepto que cada uno opine lo que quiera pero no que vengan a hundirme", le reconocía a Emma García por aquel entonces. Si hay algo que duele especialmente a Irene es que se la quiera hacer responsable de la mala relación entre madre e hijo: "Yo no tengo nada que ver. Son ellos los que se tienen que entender y ver lo que han hecho mal".