El bombazo de la semana lo han protagonizado ellos. Pablo Puyol e Irene Junquera viven su historia de amor particular. ¿CÓMO? El actor y la periodista podrían haber dado un paso más en su relación de amistad para convertirlo en un amor de película, de los que te dejan en éxtasis, llenito de pasión. Al menos, así es lo que han confirmado los rumores que rodean a la pareja. Claro, en cuanto hemos visto a la periodista en público, nos ha faltado tiempo para ir a contrastarlo. Y esto es todo lo que nos ha dicho...
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Se conocen desde hace años. Irene Junquera y Pablo Puyol coincidieron en Zapeando y, desde entonces, se hicieron buenos amigos. Han viajado juntos, compartido cenas juntos, se han divertido y, por el momento, ahí había quedado todo. Una amistad como otras muchas entre dos rostros populares. Pero, ay, parece que la cosa ha ido calentándose poco a poco. Los rumores sobre un acercamiento sentimental entre los dos suenen más que nunca. ¿Qué está pasando en realidad?
Junquera ha querido acallar todas las noticias hablando en primera persona. “Pablo y yo somos amigos”, ha explicado en su última aparición. Vale, bueno, sí, esto ya lo hemos escuchado muchas veces. “Vais a ver miles de fotos porque somos amigos desde hace tiempo. Pero enamorada... el amor... No he hablado nunca y no lo voy a hacer ahora”. ¡Saltan las alarmas! Es verdad que por la actitud y sus respuesta, queda claro que, por el momento, nada de romance. Ahora, ¿cuántas veces han desmentido relaciones que, finalmente, han terminado siendo reales?
“Preguntadme dentro de un año para ver si, desde la amistad, ha surgido algo más”, bromeaba muy relajada. “Somos amigos desde hace tiempo. Es cierto que vino una vez a Zapeando y nos conocimos. Es un amigo como el que tengo mil. ¡Anda que no me voy con amigos a cenar!”. Junquera aseguraba que, tal y como leyó el bombazo, corrió a llamarle por teléfono. “'Hola Pablo, que tengo novio y no me he enterado'”. Ambos se rieron mucho.
Mientras cuaja o no cuaja, la periodista ha asegurado que, para que alguien le enamore, tiene que haber química y que le guste mucho del deporte. “Hacerlo y verlo”, especifica. Pero que tampoco se den mucha prisa que, por lo que parece, no tiene muchas ganas de enamorarse. Desde que rompió con el piragüista Cristian Toro no le hemos conocido más relaciones. Hasta la llegada de Pablo, claro. Guiño, guiño. ¿Tenemos amor en el aire?